
Como hemos venido contando en Hispanidad, los primeros meses en la Casa Blanca del segundo mandato del ya presidente de Estados Unidos, Donald Trump, están suponiendo una auténtica revolución, con numerosos decretos presidenciales que persiguen poner fin al progresismo radical de la Administración de Joe Biden y Kamala Harris que llegó a su término el pasado 20 de enero.
El Gobierno estadounidense ha anunciado este jueves que expulsará a todo el personal transgénero de su Ejército en un plazo de 30 días, a excepción de aquellos que reciban un permiso en el marco de la nueva política del Pentágono, la cual se ceñirá al "interés gubernamental".
"Todos los miembros del servicio militar que hayan sido diagnosticados o presenten síntomas de disforia de género serán retirados del servicio". "Los casos se analizarán uno a uno de cara a posibles exenciones, siempre y cuando se cumplan los nuevos requisitos establecidos por el Gobierno", recoge el texto del departamento de Defensa estadounidense, que establece que "solo reconoce dos sexos: masculino y femenino".
"El sexo del individuo es inmutable y no cambia a lo largo de su vida. Todos los miembros del Ejército servirán de acuerdo a su sexo".
Razones no le faltan a Trump, dado que una reciente investigación ha expuesto la infiltración de activistas trans en la Agencia de Seguridad Nacional, donde han conseguido promover la ideología de género y políticas identitarias a costa de la eficiencia operativa del organismo.
Según el informe interno, esto llevaría sucediendo una década en la que ha reinado el adoctrinamiento. El escándalo salió a la luz tras la revelación de un foro secreto dentro de la NSA, donde empleados discutían abiertamente temas relacionados con cirugías de reasignación de género, fetiches y actividades sexuales. Este hecho hizo que la directora, Tulsi Gabbard, emitiera una orden para identificar y despedir a los involucrados.
Al parecer, activistas trans habrían logrado ocupar posiciones clave dentro de la NSA, utilizando su influencia para imponer reeducación ideológica y presionar a los empleados a participar en entrenamientos sobre “privilegios” y “lenguaje inclusivo”, lo que estaría poniendo en riesgo la seguridad nacional.
Y por si fuera poco, Trump ha ordenado a sus consulados negar los visados a los atletas trans que intenten viajar a Estados Unidos para competiciones deportivas. Esta nueva guía ha sido firmada por el secretario de Estado, Marco Rubio, para cumplir con la orden ejecutiva emitida por el Presidente el pasado 5 de febrero donde prohibió a los trans participar en deportes femeninoas. Además, ha prohibido la entrega de visados permanentes a todas aquellas personas que se considere que mintieron al marcar en su solicitud de visado la casilla del sexo asignado al nacer.