Si la semana pasada contábamos en nuestra crónica semanal, que cundía la preocupación entre los demócratas, porque el expresidente Donald Trump aventajaba al presidente Joe Biden en la mayoría de los Estados clave que decidirán las elecciones presidenciales de este año, una nuevo temor surge en las filas progresistas: los demócratas están perdiendo intención de voto entre las minorías raciales, su principal granero de votos.

Lo cuenta un estudio de Gallup, una de las principales empresas demoscópicas de Estados Unidos. Así, los demócratas han alcanzado el nivel más bajo de ventaja sobre los republicanos con respecto a las minorías raciales en la historia reciente.

Es menester recordar que los progresistas necesitan ganar con amplios porcentajes entre hispanos y afroamericanos, dado que la hegemonía de los republicanos entre el electorado blanco es incuestionable.

Así, según el estudio, el 54% de los blancos se identifica como republicano, frente a un 38% que se considera demócrata. Esa diferencia viene siendo constante en todas las elecciones presidenciales en los últimos años. Así, Trump superó a Biden por 17 puntos entre los blancos en las presidenciales de 2020 -58% a 41%-, los cuales constituyen casi dos terceras partes del electorado general.

De tal forma que los demócratas necesitan ganar masivamente entre el restante tercio del electorado, que lo constituyen principalmente las minorías hispanas y afroamericanas. Hace cuatro años, Biden venció a Trump por 33 puntos -65% a 32%- entre los hispanos y por 75 puntos entre los afromericanos -87% a 12%-, estos últimos han sido siempre el principal granero de voto de la formación progresista, que en las últimas décadas se ha llevado entre el el 80 y el 95 por ciento de los votos afrodescendientes.

Sin embargo, como hemos contado en Hispanidad, en los últimos tres años, especialmente entre los hispanos, el acercamiento hacia los republicanos ha sido cada vez mayor. Esto es clave, dado que los hispanos suponen la minoría racial más relevante, con un 18,7% de la población y una proyección de crecimiento muy alta, mientras que los afroamericanos suponen un 12,4% de la población, y su crecimiento está estancado.

Así, según el estudio de Gallup, los demócratas han ido perdiendo cada vez más respaldo entre la población hispana, hasta el punto que la diferencia se ha reducido a 12 puntos, con un 47% de los hispanos que se considera demócrata por un 35% que se confiesa republicano.

Y ojo, incluso entre la joya de la corona progresista que es el electorado afroamericano, las noticias no son buenas, a pesar de seguir gozando de un abrumadora ventaja, el porcentaje de afroamericanos demócratas ha bajado hasta el 66%, por un 19% que se considera republicano. Si bien 47 puntos constituye una holgada diferencia, lo cierto es que es el porcentaje más bajo en la historia reciente, y tendríamos que remontarnos al pasado siglo XX para encontrar un escenario semejante.

Teniendo en cuenta que la ventaja de los conservadores entre el mayoritario electorado blanco es inamovible, los demócratas tendrán que ampliar la ventaja entre hispanos y afroamericanos, porque en caso contrario, tendrán muy difícil retener la Casa Blanca en noviembre.

La otra clave estará en la movilización del electorado joven, dado que según Gallup los republicanos superan a los demócratas, entre todos los grupos de edad, de 30 a 49, de 50 a 64 y en los mayores de 65, con la sola excepción de los jóvenes de 18 a 29, entre los que la formación demócrata es hegemónica.