En Suecia, la coalición de derechas ha desbancado al gobierno de izquierda, en el poder durante ocho años. La primera ministra saliente, la socialdemócrata Magdalena Andersson, reconoció la derrota y anunció su renuncia, efectiva hoy jueves.

El líder de los conservadores suecos, Ulf Kristersson (Partido Moderado), empieza hoy jueves a trabajar en la conformación de un gobierno tras la victoria electoral de su coalición, que incluye al partido Demócratas de Suecia (SD) —que rechaza la inmigración ilegal y la islamización del país—.

Con 176 escaños, 73 de ellos de Demócratas de Suecia (SD), el bloque derechista de cuatro partidos quedó ligeramente por delante de la izquierda, con 173 escaños, según un recuento casi definitivo de la autoridad electoral con 99,9% de las mesas de votación. El SD tendrá 73 escaños legislativos, 11 más que en 2018. Los Moderados tendrán 68 (-2), los democristianos 19 (-3) y los liberales 16 (-4), recoge Swissinfo.

Mientras que en la izquierda, los socialdemócratas subieron a 107 escaños (+7) mientras los partidos Izquierda y Centro tendrán 24 escaños cada y los verdes 18.

El giro es histórico: nunca antes un gobierno sueco se había apoyado en la bancada del SD, el gran ganador de las elecciones con 20,5% de los votos que lo convierten en el segundo partido más votado del país

El giro es histórico: nunca antes un gobierno sueco se había apoyado en la bancada del SD, el gran ganador de las elecciones con 20,5% de los votos que lo convierten en el segundo partido más votado del país, por detrás de los socialdemócratas.

Pero aunque los Demócratas de Suecia (SD) se convirtieron en el partido más votado de la mayoría de derecha, no están en condiciones de reclamar el puesto de primer ministro, prometido a Kristersson, porque las tres agrupaciones de la derecha tradicional (Moderados, Demócrata Cristianos y Liberales) ven con malos ojos la participación del SD en el gobierno.

El escenario más probable, según los analistas, es que el SD apoye al gobierno en el Parlamento sin formar parte directamente de él.

La campaña estuvo dominada por temas favorables a la derecha: la criminalidad y los ajustes de cuentas mortales entre bandas de origen migrante, la integración y el encarecimiento de la electricidad.