Entre septiembre y noviembre de 2020 se libró una guerra entre Armenia (país cristiano) y Azerbaiyán (país musulmán), por la región de Nagorno-Karabaj. Tras la caída de la Unión Soviética, esta región quedó bajo soberanía de Azerbaiyán, hasta que en 1994 fue ocupada por las fuerzas militares armenias. Desde entonces, las autoridades de Armenia proclamaron el territorio como República de Artsaj, recuerda Aciprensa.

En la región de Nagorno-Karabaj vivía un importante número de armenios cristianos, hasta que el año pasado, Azerbaiyán, país de mayoría islámica y de cultura turca, inició una ofensiva para recuperar el enclave, con apoyo logístico de Turquía.

La disputa por Nagorno-Karabaj ha desembocado en dos guerras a gran escala en las década de 1980 y 1990 y una guerra más breve, de seis semanas, entre septiembre y noviembre de 2020. Las seis semanas de combate de otoño de 2020 dejaron más de 6.500 muertos y terminaron con un frágil alto el fuego mediado por Rusia.

Tras el ataque de los musulmanes de Azerbaiyán, el pasado 9 de noviembre de 2020 se firmó un acuerdo con la influencia de Rusia y de Turquía, como informó Hispanidad.

El acuerdo se saldó con la entrega por parte de Armenia a Azerbaiyán de territorios en la región de Nagorno Karabaj, una zona en la que viven muchos cristianos y cuyos ciudadanos votaron en 2017 para llamarla República de Artsaj.

La negociación conllevó, por un lado, que Armenia renuncie a un tercio de un territorio que históricamente siempre ha sido suyo y, por el otro, premiar a Azerbaiyán por un ataque militar masivo, apoyado por Turquía.

Después de eso, como recogió también Hispanidad, en Nagorno Karabaj se produjo una persecución religiosa de los azerbaiyanos (musulmanes) contra los armenios (cristianos).

Esta semana se han reanudado las hostilidades. El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, dijo que 49 de sus soldados murieron en combates ocurridos durante la noche del lunes. El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán, por su parte, contabilizó 50 bajas entre sus tropas, recoge BBC.

Rusia —que se encargó de tutelar la paz desde los enfrentamientos de 2020—  anunció el martes que había negociado un alto el fuego después de esos choques que dejaron al menos 100 soldados muertos entre estos dos países, recoge Swissinfo.

Este conflicto ha alterado el equilibrio de fuerzas en la región dado el creciente aislamiento internacional de Rusia por su guerra contra Ucrania.

Desde entonces, es la Unión Europea (UE) quien dirige el proceso de normalización entre Armenia y Azerbaiyán, que incluye negociaciones para la paz, la delimitación de fronteras y la reapertura de las conexiones de transporte.

El martes, Armenia pidió ayuda a los líderes mundiales. La Unión Europea, Estados Unidos, Francia, Rusia, Irán y Turquía expresaron preocupación por la escalada y pidieron terminar con las hostilidades.

Pero veremos cómo evolucionan los acontecimientos...