¡Qué sorpresón: perdió Le Pen, ganó Macron! ¡No me lo puedo creer! Y nada menos que por 58 a 42%, es decir, por 16 puntos de diferencia. ¿Que la extrema derecha sube respecto a las anteriores elecciones? Sí y también lo hizo la extrema izquierda de Jean-Luc Mélanchon que durante la primera vuelta casi supera a Marine Le Pen. Lo que debieran preguntarse los partidos históricos franceses es por qué un 'Força Italia' ya les ha derrotado dos veces y por qué ascienden la extrema izquierda y la extrema derecha. Pero insisto en que moderación y mediocridad empiezan por la misma letra: por algo será.

Un masón, progre, capitalista y con muy mala leche dirigirá por cinco años los destinos de Francia y de Europa: ¡Jo!

El ganador, Emmanuel 'Lolito' Macron,  no comprende la "cólera" de los franceses con su persona y su política. Pues hijo, parece bastante claro. Estarás cinco años más en el Eliseo pero el personal te desprecia bastante. Al final, gracias al espantajo de 'el fascismo que viene', que los progres no dejan de agitar, un masoncete como Emmanuel, progre, capitalista, banquero de inversión, ensoberbecido, intratable y con muy mala leche dirigirá por cinco años los destinos de Francia y de Europa: ¡Jo!

El paripé progre continúa: ahora lo más tenebroso es que Marine Le Pen será el principal partido de la oposición

Empecemos por el principio: el problema actual de Europa no es, como pretenden hacernos creer, el fascismo sino el progresismo, que ha convertido a los neocomunistas en demócratas y a los cristianos en ultras, dos barbaridades que nos tragamos cada día de forma acrítica.

Y mientras, el paripé progre continúa: ahora resulta que lo más tenebroso es que Marine Le Pen sea el principal partido de la oposición: ¡qué horror!

Ojo, un 28% de abstención tampoco es tanto. Europa sigue siendo progre, o sea, cristianófoba

Además, un 28% de abstención tampoco es tanto. Europa sigue siendo progre, o sea, continúa siendo cristianófoba. Por tanto, la izquierda y la derecha bienpensantes han votado a Macron.

La guinda de la tarta: tras las presidenciales francesas los eurócratas de Bruselas, que son los que se están cargando Europa, seguirán reprimiendo a otros europeos que sí quieren una Europa con raíces cristianas... y lo harán en nombre de Macron. Con decirles que Ursula von der Leyen y Charles Michel están felices, tan felices como Pedro Sánchez, ya se lo he dicho todo.

Y los eurócratas de Bruselas, que son los que se están cargando Europa, seguirán reprimiendo a otros europeos -polacos, húngaros- que sí quieren una Europa con raíces cristianas

Ganó Macron y perdió Le Pen: ¿acaso había alguien que creyera lo contrario? Y encima la mejora respecto a las anteriores elecciones procede de una derecha pagana y abortera como la de doña Marine, que nada tiene que ver con Vox. Pues qué bien.