El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recibido este miércoles en La Moncloa al primer ministro de la República de Croacia, Andrej Plenković. Este encuentro en Madrid ha tenido lugar horas antes de empezar su gira por Europa para reunirse con varios dirigentes europeos y buscar “soluciones al elevado precio de la energía, antes del Consejo Europeo de los días 24 y 25 de marzo”.

Llama la atención que, en rueda de prensa, el primer ministro croata ha recordado los inicios internacionales en política de Sánchez, y los ha marcado en Bosnia y Herzegovina.

Efectivamente, así fue, lo recoge Joaquín Abad en su libro “La red secreta de Soros en España”. Fue a finales de los 90 cuando Sánchez tuvo su primer mentor, Carlos Westendorp, político, diplomático y jurista, que fue ministro de Asuntos Exteriores de Felipe González.

Pedro Sánchez se incorporó como asistente de Westendorp, cuando éste era Alto Representante Internacional para Bosnia y Herzegovina de las Naciones Unidas en el proceso de pacificación de Yugoslavia. Westendorp fue nombrado embajador de España ante la ONU, y fue entonces, en la delegación de Sarajevo y en sus continuos viajes a Nueva York, donde Sánchez fue urdiendo sus relaciones internacionales con gente próxima a George Soros.

En 1997, cuando nuestro presidente trabajaba en el Parlamento Europeo como asesor de la eurodiputada socialista Bárbara Duhrkop y como jefe de gabinete del Alto Representante de la ONU en Bosnia y Herzegovina, Carlos Westerdorp, los hombres de Soros se fijaron en Pedro Sánchez. En ese momento lo integraron como trabajador en sus fundaciones.

Entre 2011 y 2013 el Democratic Institute lo contrata como observador en los procesos electorales de Marruecos y Jordania. Cabe recordar que el Democratic Institute está registrado como lobby de Soros ante la Unión Europea por el partido Demócrata para la promoción del globalismo progresista entre los partidos social-demócratas del mundo.

En ocasiones anteriores, ya hemos hablado de la buena relación de Soros con el presidente, siendo el primer financiero recibido en Moncloa, además de con su hijo, Alex Soros, que fue quien organizó el viaje de Sánchez a EEUU. Ahora, el primer ministro Croata, es quien nos recuerda de dónde salió Sánchez y a quién se lo debe.