El vicepresidente de los Populares Europeos, Esteban González Pons, ha admitido que la misión de la UE en Polonia que él dirige busca derribar al Gobierno de Mateusz Morawiecki. «Intentaremos ayudar a la sociedad polaca a cambiar las autoridades que no parecen ser buenas para Polonia», ha señalado en una entrevista concedida a euractiv.pl.

Según gaceta.es, el propio eurodiputado del PP, que lidera la investigación del Parlamento Europeo contra Polonia por el programa Pegasus, ha declarado que quiere que los polacos sepan que las acciones de su Ejecutivo -que no asuman el decálogo ideológico socialdemócrata- tendrán «consecuencias económicas».

Vox pons

Así, ha sostenido que la Unión Europea es «una comunidad de estados democráticos y tiene derecho a advertir a uno de sus miembros que tenga cuidado al infringir las reglas comunes». «También puede castigarlo (…) por no seguir las reglas comunes», ha añadido, al tiempo que ha aseverado que «la democracia está en peligro, pero no solo en Polonia».

¡Cómo no! tenía que ser el más progre de todos los eurodiputados, que no es ni socialista, ni podemita, ni verde, sino del Partido Popular, es decir, el señor González Pons, quien dé lecciones de democracia a Polonia y Hungría los dos únicos gobiernos europeos que mantienen unos principios cristianos. 

Nada de lo que asombrarse, la sutileza extrema de González Pons le ha ganado el apelativo de gato de Cheshire, comparando la sonrisa del eurodiputado con la del felino. 

VOX ha pedido su dimisión inmediata: «Gravísima aunque ya nada sorprendente confesión de González Pons (…) admitiendo que su papel como jefe de la misión del Europarlamento en Polonia es intentar tumbar al gobierno conservador. Debería dimitir inmediatamente y Bruselas cancelar la misión».