El presidente-dictador comunista de Nicaragua, Daniel Ortega, asumió este lunes su cuarto mandato consecutivo, tras ganar unas elecciones consideradas fraudulentas por la comunidad internacional el pasado 7 noviembre. Y es que, antes de los comicios, sus principales rivales opositores habían sido apresados o se habían exiliado.

Con un "sí, lo juro" respetar la Constitución y las leyes, Ortega recibió la banda presidencial del titular del parlamento Gustavo Porras, en una sesión solemne con la presencia de los presidentes aliados de Venezuela, Nicolás Maduro; de Cuba, Miguel Díaz Canel y el mandatario saliente de Honduras, Juan Orlando Hernández.

Horas antes, Washington y Bruselas anunciaron nuevas sanciones contra funcionarios nicaragüenses e insistieron con que fueron una "farsa" las elecciones ganadas en noviembre por Ortega, con su esposa Rosario Murillo nuevamente como vicepresidenta, recoge Swissinfo.

Varios países iberoamericanos, a través de la Organización de Estados Americanos (OEA), desconocieron también la legitimidad de los comicios y demandaron la liberación de los opositores presos.