En esta crónica semanal sobre Hispanoamérica recogemos noticias destacadas acaecidas en la región compuesta por países hermanados en la Hispanidad (que tienen en común su fe cristiana, su cultura y su lengua y cuya patrona es la Virgen del Pilar) y tratando de defender los principios no negociables  -vida, familia, libertad de enseñanza, bien común y libertad religiosa- establecidos por el Papa Benedicto XVI para una acción política basada en el humanismo cristiano. 

Esta semana empezamos en México, para defender el derecho a la vida, tan amenazado en ese país en el que la criminalidad impone su ley sin que las autoridades como la presidenta Claudia Sheinbaum hagan nada eficaz por evitarlo. De hecho, esa ineficacia ya ha provocado las primeras protestas masivas de los mexicanos… 

En ese contexto de impunidad criminal, el sacerdote mexicano Ernesto Baltazar Hernández Vilchis, que pertenece a la Diócesis de Cuautitlán, en el Estado de México, fue hallado sin vida recientemente tras haber sido asesinado. 

En su cuerpo se pudo ver que había sido atacado “con un objeto punzocortante”, que le causó “heridas que le ocasionaron la muerte”, recoge Aciprensa. 

Mons. Efraín Mendoza Cruz, Obispo de la Diócesis de Cuautitlán instó a las autoridades a realizar investigaciones “que conduzcan al esclarecimiento de los hechos y a la justicia que toda vida humana merece”. Y se unió “al clamor de tantas familias que sufren la violencia y las desapariciones en nuestro país, y pedimos que se ponga fin a esta dolorosa realidad que hiere la vida de nuestras comunidades”. 

En un comunicado, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) informó que fueron detenidos un hombre y una mujer, por su posible implicación en el asesinato. 

Nuestro siguiente destino es Colombia, donde la Corte Constitucional no deja de impulsar medidas y leyes que atentan contra la ley natural. La última, la sentencia T-218 de 2022 por la que insta a la Superintendencia Nacional de Salud -entidad adscrita al Ministerio de Salud- a emitir una circular que “que promueve cambios de sexo en menores” de edad, recoge Aciprensa. 

Esa sentencia instaba al Ministerio de Salud a publicar una “guía de práctica clínica, con sus respectivos protocolos, para la atención integral en salud de las personas transgénero y, particularmente, para el suministro de los procedimientos médicos de afirmación de género”. Y la Superintendencia Nacional de Salud emitió la Circular 2024150000000011-5 con ese fin, que también contempla “instrucciones para la atención médica de personas trans”.

Es decir, ideología de género pura y dura que, como se sabe, es una corriente que difunde que cada persona puede elegir su género con independencia de su biología y atendiendo únicamente al deseo de la voluntad, lo cual, atenta contra la ley natural, porque todo el mundo sabe con la sola razón que se nace hombre o mujer y nadie nos pidió permiso para ello, como tampoco para nacer. 

Además, la ideología de género, difundida entre niños y adolescentes, puede lograr efectos devastadores, como se está viendo ya en muchos países occidentales. 

Y eso es lo que está impulsando el Ministerio de salud colombiano. Pero la Bancada Provida del Congreso ha presentado ante el Consejo de Estado una demanda para que se anule la citada circular, denunciando que esta circular “pretende imponer la ideología de género dentro del sistema de salud, incluso habilitando tratamientos hormonales y quirúrgicos en menores de edad”.

En ese sentido, la Bancada Provida manifiesta que “ningún niño debe ser víctima de experimentos ideológicos ni de procedimientos irreversibles sobre un cuerpo sano”, y reitera su compromiso para que se escuche “el clamor de los padres” y en Colombia “se restablezca la sensatez, la verdad científica y el respeto por la dignidad humana”.