En Guatemala, esta madrugada -lunes 15- ha sido investido presidente Bernardo Arévalo, para la legislatura 2024-2028, quien sustituye al presidente saliente, Alejandro Giammattei.

Arévalo había sido elegido el pasado mes de agosto, en segunda vuelta, obteniendo un 60,9% de los votos, con un discurso en el que prometió "acabar con la corrupción". El nuevo presidente se caracteriza por su discurso "progre".

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Desde entonces, el presidente electo denunció una serie de "golpes de Estado" para que no asumiera el cargo, por parte -según denunció él- de elementos de la corrupta élite dirigente del país. Arévalo tuvo que enfrentarse a supuestas acusaciones de anomalías electorales por parte de la fiscal general, Consuelo Porras, que buscó retirarle la inmunidad. 

Además, en la jornada de investidura, diputados salientes opositores obstaculizaron la toma de posesión, que se retrasó varias horas, lo que motivó que algunos de los invitados a la ceremonia tuviesen que abandonar el acto antes de terminar (entre ellos, el Rey de España, Felipe VI). 

En su discurso de investidura, Arévalo señaló: "Nuestra propuesta de Gobierno se resume en una fórmula sencilla: no puede haber democracia sin justicia social, y la justicia social no puede prevalecer sin democracia".