Hispanidad recogía esta semana una noticia según la cual, el Gobierno de Hungría ha aprobado la obligación de que las madres que estén decididas a abortar tengan que escuchar el latido del corazón fetal. Así lo afirma el documento firmado por el ministro del Interior, Sándor Pintér: los médicos deben "proporcionar a la embarazada una indicación de los signos vitales del feto, de una forma claramente identificable".

La actual ley del aborto húngara, en vigor desde 1992, solo permite el aborto libre hasta la semana 12 de gestación, plazo que es prorrogable hasta la semana 24 por razones médicas. A partir del viernes, todas las madres, sea cual sea, la semana de embarazo en la que estén, si deciden abortar, deberán escuchar el latido del corazón del hijo que pretende matar.

Hispanidad también recordaba que este año, hubo un referéndum en Hungría convocado por Viktor Orban sobre la 'Ley de Protección de la Infancia' y el 90% de los húngaros que votaron, marcaron 'no' al adoctrinamiento en ideología de género a sus hijos en las escuelas. Por otro lado, la Constitución húngara reconoce "algo básico" como que "la madre es una mujer y el padre es un hombre". Además, Orban pidió a Bruselas que les dejaran en paz: "Que vivan como quieran, pero que nos dejen vivir. Solo hay que aceptar que el padre es hombre y la madre es mujer".

Insistimos: todas estas políticas en defensa de la vida, la familia natural y en contra de la ideología de género y del adoctrinamiento LGBTI a los niños le están costando los fondos europeos a Hungría, ya que el país está mal visto en Bruselas.

La Comisión Europea ya decidió retener los fondos de ayuda asignados por la UE COVID-19 a Polonia y Hungría el año pasado

La Comisión Europea ya decidió retener los fondos de ayuda asignados por la UE COVID-19 a Polonia y Hungría el año pasado. Lo hizo para sancionar su modo de gestionar el aborto, las cuestiones LGBT y otras reformas legales. La razón para retener los fondos de ayuda, según la Comisión Europea, fue que Polonia y Hungría rechazaron los “valores fundamentales de la Unión Europea” en materia de Estado de Derecho y de no discriminación, recogió Hispanidad.

Y ayer jueves, el Parlamento Europeo votó por 433-123 en favor de adoptar un informe que declara la "existencia de un claro riesgo de violación grave por parte de Hungría de los valores en los que se basa la Unión (Europea)", recoge Infobae.

Así, se espera que la Comisión Europea recomiende esta semana la suspensión de los miles de millones destinados a Budapest del presupuesto compartido del bloque de 1,1 billones de euros (1,1 billones de dólares) para 2021-27.

Esta sería la primera medida de la UE en el marco de su nueva sanción financiera, denominada "dinero para la democracia" y acordada hace dos años, después de que Viktor Orban y sus aliados en Polonia se alejasen de los postulados ideológicos del bloque comunitario.

Lo dicho: que ni Polonia ni Hungría gustan a la UE por defender los principios cristianos en su propia legislación y por no ceder a las imposiciones de determinados lobbys (abortista, LGTBI) etc.