Así lo ha anunciado la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, prometiendo un referéndum de independencia el próximo año, que se celebrará de manera "legal", aunque no cuente con el visto bueno de Westminster. Sturgeon lo ha revelado durante la presentación de la nueva campaña que buscar desligarse de Londres y del informe "Independencia en el mundo moderno'. Más rico, más feliz, más justo: ¿por qué no Escocia?'. Se trata de un análisis de la influencia de Reino Unido en unos indicadores sociales y económicos en relación a otros países europeos. 

"Después de todo lo que sucedió, el Brexit, la COVID, Johnson, es hora de establecer una visión diferente y mejor. Es hora de hablar de hacer que Escocia sea más rica y es hora de hablar sobre la independencia", afirmaba.

A ojos de la líder del Partido Nacional Escocés (SNP), disfruta de un "mandato democrático indiscutible", puesto que se quedó a un escaño de lograr la mayoría, y esto le acredita para realizar una consulta popular sobre la independencia escocesa. Además, cuenta con el apoyo de Los Verdes. 

"Estoy lista para negociar una orden de la Sección 30 si ahora decide que es un demócrata", ha dicho Sturgeon en referencia al primer ministro británico, Boris Johnson. "Lo que va a cambiar es que estableceré un camino legal para seguir sin una Sección 30 si eso es lo que se requiere. Tenemos un gobierno en Reino Unido que no respeta la democracia y no respeta el Estado de Derecho", ha asegurado.

Sturgeon ha informado que está en fase de asesoramiento legal, por lo que no puede desvelar más detalles, que eso supondría violar el código ministerial, si bien "muy pronto" completará ante Holyrood una actualización "significativa" del proceso. 

Desde Londres ya han respondido, lamentan que "no es el momento de hablar de otro referéndum" y confían en que el pueblo escocés quiere y espere que ambos gobiernos "trabajen juntos" para dar solución a "desafíos globales" y "problemas que son importantes para sus familias y sus comunidades".