Elon Musk es muy criticable por cuestiones tan graves como facilitar el aborto a las empleadas de Tesla, en Texas, cuando aquel Estado aprobó la ley del latido del corazón, o por querer implantar un chip a cada ser humano. Ahora bien, desde que compró X (antes Twitter), se ha convertido en uno de los más fervientes defensores de la libertad de expresión del planeta, y eso es digno de agradecer.
“En Europa meten a la gente en la cárcel por los memes. Es una locura”, denunció el jueves, durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), celebrada en EEUU. Y no exagera lo más mínimo. Para eso se implantaron los delitos de odio, uno de los inventos más perversos de nuestro tiempo.
Si hay algo que no toleran los progres es que los cuestionen y los critiquen. Así, los gobiernos europeos progres -el de Pedro Sánchez de manera especial- se están afanando en censurar a los medios de comunicación, algo sencillo de hacer mediante los millones de euros destinados a publicidad institucional. Y cuando hablamos de medios grandes, también nos referimos a los pequeños, a los que pretenden asfixiar ‘obligando’ a los anunciantes a retirar la publicidad.
Elon Musk "En Europa meten a la gente en la cárcel por los memes. Es una locura. No me interesaba mucho ser político, pero llegó un momento en que no tuve más remedio". pic.twitter.com/4W9pvzD2qh
— Emmanuel Rincón (@EmmaRincon) February 20, 2025
Lo que realmente les preocupa a los gobernantes es el periodismo ciudadano, mucho más complicado de controlar, y particularmente los memes. Ya saben: la verdad está en los memes, como nos gusta decir en Hispanidad.
En definitiva, Musk tiene toda la razón y el peor enemigo de Europa no es Putin ni el cambio climático -Albares dixit-, sino la censura progre.