El movimiento Black Lives Matter (“Las vidas negras importan”) nació en el año 2013, con el propósito de reivindicar y proteger a los ciudadanos de raza negra, con la inspiración en el Movimiento Afroamericano de los Derechos Civiles. En Hispanidad, Ignacio Aguirre ya recorrió la historia del movimiento, donde quedaba claro que el objetivo de BLM estaba muy lejos de la preocupación por las vidas negras y la lucha contra el racismo: el propósito del movimiento es acabar con la civilización occidental y el cristianismo. 

Black Lives Matter lo está consiguiendo y desde dentro del Gobierno estadounidense, no son pocos los líderes demócratas que les rinden pleitesía. Es más el propio presidente Joe Biden agachó la cabeza y aseguró que hay "racismo sistémico" en el país, por lo que ha firmado una orden ejecutiva para adoptar un enfoque en toda su administración para fomentar "la igualdad" y compensar la desventaja que sufren los negocios "propiedad de personas de raza negra y de otro color", tras reconocer "el enorme costo humano del racismo sistémico".

El plan avanza, y en Hispanidad contamos que San Francisco va camino de convertirse en la primera ciudad que indemnice a personas negras, con un controvertido proyecto que incluye el pago de 5 millones de dólares a cada persona de color que cumpla los requisitos, además de plantean subsidios para la compra y mantenimiento de viviendas, así como exenciones impositivas para negocios propiedad de personas de la comunidad afroamericana. La población negra de San Francisco es de unos 50.000 habitantes, pero no está claro cuántos cumplirían los requisitos.

Algunos miembros de la Junta de Supervisores ya expresaron su preocupación por el impacto de estas medidas en el presupuesto municipal, que ya enfrenta un déficit.

En este sentido, varios economistas han denunciado que el proyecto de "reparaciones" para residentes negros de California podría costarle al estado 2.5 veces el total de su presupuesto anual, lo cuál dejaría en bancarrota al estado progresista.

"La estimación preliminar es de 300.000 millones de dólares, y no incluye el millón de dólares recomendado por residente negro de edad avanzada para compensar lo que ellos llaman "disparidades sanitarias" que según ellos han acortado su esperanza media de vida".