El movimiento Black Lives Matter (“Las vidas negras importan”) nació en el año 2013, con el propósito de reivindicar y proteger a los ciudadanos de raza negra, con la inspiración en el Movimiento Afroamericano de los Derechos Civiles. Sus fundadoras fueron las activistas Alicia Garza, Patrisse Cullors y Opal Tometi. Pero, ¿qué persigue realmente el movimiento Black Lives Matter? Remontémonos al año 2009, donde Alicia Garza celebraba el aniversario de la elección como presidente de Venezuela de Hugo Chávez. Unos años después, en el 2015 concretamente, encontramos a Opal Tometi posando alegremente con el dictador Nicolás Maduro. Al tiempo, la organización de la afroamericana emitía un manifiesto titulado “Black Lives Matter en solidaridad con el pueblo venezolano” en el que calificaban de “contrarevolucionarios” a la oposición en Venezuela y apoyaban firmemente al régimen de Maduro. Y hace unos días, la tercera de las fundadoras, Patrisse Cullors, nos cuenta exactamente qué busca la organización, afirmando sin contemplaciones que el fin último es el activismo marxista.

Un marxismo de naturaleza bolivariana, consistente en imponer una dictadura bajo los principios Nuevo Orden Mundial (NOM), con la promoción del aborto y la ideología de género. La actriz venezolana residente en Estados Unidos, Elizabeth Rogliani, ha recordado que todas las revoluciones comienzan con el derribo de estatuas. Y ha advertido de que lo que ocurrió en Venezuela, puede producirse en la primera potencia mundial

El objetivo de los manifestantes nada tiene que ver con la muerte de George Floyd

Mientras tanto, las ciudades siguen ardiendo y las estatuas siendo derribadas por los grupos radicales perfectamente organizados. Una de las últimas en caer ha sido la del franciscano mallorquín San Junípero Serra, fundador de las misiones españolas en California y canonizado en el año 2015 por el Papa Francisco. Pero tristemente ni el Presidente del Gobierno de España ni la Presidenta del Gobierno de Baleares han condenado este hecho, sino que ha tenido que ser el líder de la mayoría del Senado estadounidense, el republicano Mitch McConnell quien salga en defensa del franciscano español como gran defensor de los derechos de los indígenas. Afirma el republicano que los altercados organizados por grupos de extrema izquierda no tienen ningún interés en luchar contra el racismo, señalando que en Seattle, ciudad dependiente de la Alcaldesa demócrata Jenny Durkan, curiosamente la estatua del genocida Lenin permanece cuidada y resplandeciente sin haber sufrido daños. Lástima que las estatuas de los padres fundadores, de San Junípero Serra y de Cervantes no hayan corrido la misma suerte.

Las creadoras de 'Black Lives Matter' son bolivarianas, admiradoras de Hugo Chávez y Nicolás Maduro

Pero una vez más ha tenido que ser el Presidente Donald Trump quien alce la voz sobre la verdadera intención de los instigadores. Tras la conferencia celebrada con el Presidente de Polonia, Andrzej Duda, ha afirmado que el objetivo de los violentos manifestantes es “destruir a Jesucristo”.

En su comparecencia, Trump ha recordado que todos los altercados se están produciendo en ciudades gobernadas por alcaldes demócratas que, no solo no están impidiendo que se produzcan episodios de violencia, sino que además están promoviendo los mismos a través de iniciativas tales como defender el desmantelamiento de las fuerzas policiales. El primer paso del movimiento es claro, de nuevo lo manifiesta Patricia Cullors, “Nuestro objetivo es echar a Trump”.

Hacer arder este sistema si este país no nos da lo queremos

La idea del presidente es clara, el objetivo de los manifestantes nada tiene que ver con la muerte de George Floyd y la lucha contra el racismo, el propósito de los mismos es acabar con la civilización occidental y el cristianismo. ¿El medio? “Hacer arder este sistema si este país no nos da lo que queremos”. ¿Piensan que es una exageración? No, son declaraciones en televisión del día de ayer del Líder de Black Lives Matter en Nueva York, Hawk Newsome.