Comenzamos esta crónica semanal de Hispanoamérica  —en la que hacemos especial énfasis en la defensa de la vida, la familia y la libertad— en Ecuador, donde la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional ha decidido dar vía libre al aborto de fetos de 28 semanas, en caso de ser fruto de una violación. Mientras que las menores y mujeres con discapacidad ni siquiera tendrán ese plazo y se podrá matar al no nacido hasta el momento antes de nacer. Está previsto que el proyecto sea votado por el pleno de la Asamblea Nacional entre el 20 y el 25 de enero, recogió Infocatólica. Mientras, la Arquidiócesis de Guayaquil llamó al pueblo ecuatoriano a unirse a la Red de Agentes Provida, iniciativa que busca defender la vida desde la concepción, recogió Aciprensa.

Y es que el aborto atenta contra la ley natural, porque todo el mundo puede saber con su sola razón que matar a un niño en el vientre de su madre es un asesinato. Y la ley natural pide que ese niño siga viviendo.  Menos mal que el nuevo presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, es católico y de derechas. Si no, habría que empezar a preocuparse.

Por eso, en México, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) hizo un llamamiento a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a no invalidar la protección de la vida desde el vientre materno en la Constitución del Estado de Nuevo León, y recordó que “el aborto siempre quita la vida a un hijo”. Los obispos mexicanos subrayaron que “es un falso dilema contraponer los derechos de la madre y el derecho a la vida del hijo en su vientre”. El pronunciamiento del Episcopado mexicano se da en el marco del inicio de la discusión en la Suprema Corte de una acción de inconstitucionalidad que busca invalidar la protección a la vida desde la concepción, incorporada al artículo 1 de la Constitución de Nuevo León el 11 de marzo de 2019, recuerda Aciprensa.

Seguimos defendiendo el derecho a la vida pues es el más importante -sin ese no existen los demás-. Sin embargo, de Colombia llegaba una mala noticia: Martha Sepúlveda, mujer colombiana de 51 años que padecía Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), murió la mañana del sábado 8 de enero, convirtiéndose en la segunda persona sin enfermedad terminal en recibir la eutanasia en ese país, y en un lapso menor a las 24 horas. Porque pocas horas antes de la eutanasia de Martha Sepúlveda, en la noche del 7 de enero, Víctor Escobar se convirtió en el primer colombiano con enfermedad no terminal en morir con esta práctica, recogió Aciprensa.

México: un obispo lamenta que la Navidad haya sido opacada por ola de asesinatos

Volvemos a México, también para defender el derecho a la vida. Lo hizo el obispo de Zacatecas, Mons. Sigifredo Noriega Barceló, quien invocó a la paz entre los ciudadanos de ese Estado, debido a la ola de violencia que dejó al menos 14 personas asesinadas —y algunas torturadas— el último fin de semana.“Hemos iniciado el año 2022 que nuestro buen Dios nos regala, vivimos días de convivencia familiar y de celebración festiva de la fe por el Niño Dios que nos ha nacido, sin embargo, las luces de Navidad se han visto opacadas por los signos de muerte, por la sangre derramada, por la profunda deshumanización de que somos testigos”, escribió Mons. Noriega, recogió Aciprensa.

Guatemala: los obispos rechazan la violencia que ha dejado varios muertos y piden rezar por la paz

Exactamente lo mismo que el obispo mexicano de Zacatecas hicieron los obispos de Guatemala, tras los recientes hechos violentos acaecidos en el país. En su mensaje, los obispos se manifestaron sobre el asesinato de 13 personas, entre ellas 3 niños y un policía, del 17 de diciembre de 2021, en Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá; y la muerte de al menos un policía y 19 heridos que fueron atacados por criminales el 7 de enero de 2022, mientras se investigaba la masacre, recuerda Aciprensa.

Cáritas Bolivia continuará en 2022 ayudando a los migrantes en las fronteras con Perú, Chile y Argentina

Nos vamos a Bolivia, donde Cáritas ha renovado su compromiso de trabajar por los migrantes en 2022 mediante la firma de nuevos Acuerdos con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). De esta forma, la Iglesia seguirá cumpliendo su servicio en las fronteras más recónditas de Bolivia, a través de sus brazos sociales como Cáritas asistiendo a los migrantes, especialmente los de origen venezolano, en la frontera con Perú (en la ciudad de Desaguadero), con Chile (en la ciudad de Pisiga) y con Argentina (en las ciudades de Villazón y Villamontes), recoge Fides.

Y es que, según datos de Naciones Unidas, en diciembre de 2021 ingresaron en Bolivia más de 20.000 migrantes venezolanos, de los cuales más de 1.000 obtuvieron la condición de refugiado. Bolivia tiene poco más de 11 millones de habitantes y es un país de tránsito más que de destino, pero las familias que deciden quedarse en el país prefieren las ciudades de Santa Cruz, Cochabamba y La Paz por su clima favorable.