En la guerra que el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ha emprendido contra el crimen organizado, ayer se produjo una derrota del Estado ecuatoriano con la muerte, asesinado a tiros, del fiscal César Suárez, que investigaba grandes casos de corrupción y también el reciente asalto de unos delincuentes a un canal de televisión. 

Ante este asesinato, el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, declaró: “Los ecuatorianos estamos juntos y unidos en una sola fuerza, en un solo Ecuador”. 

Mintras que la fiscal general, Diana Salazar, apuntaba en X:

Este asesinato da una idea de la magnitud del problema que enfrenta Ecuador en su lucha contra las narcobandas criminales. 

Unas narcobandas criminales que suelen ser de izquierdas, como fue el caso paradigmático de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) de Colombia, de tinte marxista, y en las que militó el actual presidente colombiano, Gustavo Petro.

Precisamente Petro reconocía en esta entrevista que parte del problema de la violencia en Ecuador proviene de su propio país, Colombia. Aunque achacaba a la dolarización del país vecino (Ecuador) parte de la culpa del aumento de la criminalidad, pues a las bandas les resulta más rentable cobrar en dólares que en otra moneda.

Lo decía aquí, en una de sus últimas 'petradas':