Hispanidad ya ha publicado que la propuesta del nuevo gobierno chileno de Gabriel Boric, abanderado del Frente Amplio y el Partido Comunista, promete la incorporación de una perspectiva feminista transversal, la implementación de políticas como el “aborto legal, libre, seguro y gratuito” y modificaciones a la ley de identidad de género, o sea, la ideología de género. Es decir, que la nueva revolución marxista, perpetrada en nombre de la ideología de genero ya ha conquistado lo que fue uno de los países más europeos de América.

En ese contexto, y en paralelo, en este momento, en Chile, una Convención Constitucional  --compuesta por 154 miembros--  trabaja para dar a ese país una nueva Constitución, que deberá ser ratificada en referéndum el próximo mes de septiembre.

Y las noticias que llegan de la propuesta del articulado son inquietantes desde el punto de vista del respeto a la ley natural.

Así, por ejemplo, el pleno de la Convención Constitucional había aprobado el artículo sobre derechos sexuales y reproductivos que consagra el aborto y la imposición de la ideología de género, recogió Infocatólica.

La noticia ahora es que se confirma lo anterior: pues el pasado 4 de mayo, en el Pleno, la Convención Constitucional chilena aprobó el último inciso sobre el artículo que trata sobre «Derechos sexuales reproductivos», el cual incluía el aborto, nombrándolo como principio constitucional. Además, para ese entonces, no se habían especificado límites de tiempo de gestación para «interrumpir el embarazo», informa La Gaceta.

El pasado 4 de mayo, con 111 votos a favor, 34 en contra y 6 abstenciones, se aprobó que “El Estado reconoce y garantiza el derecho de las personas a beneficiarse del progreso científico para ejercer de manera libre, autónoma y no discriminatoria, sus derechos sexuales y reproductivos. La ley regulará el ejercicio de estos derechos”, añade La Gaceta.

Además, se aprobó otro inciso sobre el artículo de “Educación Sexual Integral” (ESI). Se agregó que “todas las personas tienen derecho a recibir una Educación Sexual Integral, que promueva el disfrute pleno y libre de la sexualidad, enfocada en el placer; la responsabilidad sexo-afectiva; la autonomía, el autocuidado y el consentimiento; el reconocimiento de las diversas identidades y expresiones del género y la sexualidad; que erradique los estereotipos de género y prevenga la violencia de género y sexual». Es decir, se busca hipersexualizar a los niños y jóvenes en edad escolar, al recibir una educación ideologizada sobre la sexualidad alejada de todo enfoque biológico y científico.

O sea, ideología de género en vena.

No obstante, según la encuesta Criteria, un 57% desaprueba la labor de la Convención Constitucional (+6 puntos). Igualmente, señala que un 39% de los chilenos rechazará en septiembre, versus un 31% que aprobará el nuevo texto constitucional. Estos datos no son menores, y en gran medida se explican por la radicalidad decepcionante de los artículos plasmados en el texto.