Vox denuncia que el PP ha rechazado dar la batalla cultural frente a la izquierda y se ha unido al consenso progre para vetar la iniciativa de la formación que preside Abascal y que terminaría con el adoctrinamiento en los colegios a niños menores de seis años.

En concreto, se trataba de una PNL “para proteger a los más pequeños y vulnerables del adoctrinamiento, la manipulación y la hipersexualización. Para proteger su inocencia y su intimidad, respetar su grado de madurez y la formación de su identidad, su personalidad y su desarrollo libre y natural sin intromisiones de adultos”, defendió Alicia Rubio.

La diputada de Vox apeló al sentido común del PP, que dice querer hacer frente a la Lomloe (o ley Celáa, impulsada por el Gobierno de Sánchez) porque está cargada de ideología y “reconoce en el niño de 0-6 años una faceta sexual” y, además, “permite a intolerantes dar lecciones sobre tolerancia” o que les leen cuentos como Mi padre cree que soy un chicoPrincesa KevinMi princesitoNi guau ni miauAhora me llamo Luisa o Piratrans Carabarco, entre otros.

“Hay que frenar al activismo que ya está en las aulas y está amparado por la legislación [también por las leyes LGTBI de la Comunidad de Madrid que el PP se niega a derogar]. No pongan a los niños en sus manos”, instó Rubio a la bancada del PP, que sustenta el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Pero no lo logró. Los populares, con su abstención, permitieron que la izquierda tumbe la iniciativa de VOX para, entre otras medidas similares, “impedir el acceso a las aulas de ‘expertos sexuales’ con la intención de adoctrinar a los niños sin conocimiento de los padres y sin supervisión de la Inspección Educativa” o “velar por el respeto y comprensión del grado de madurez de los niños de 0 a 6 años”.

Recordar que Alicia Rubio Alicia Rubio desvelaba en su libro Cuando nos prohibieron ser mujeres… y os persiguieron por ser hombres las mentiras de la ideología de género. Entonces, Rubio señalaba a Hispanidad que "el feminismo ha perdido el norte desde que empezó a odiar a los hombres". Esto sucedió en la Cumbre Mundial de la ONU sobre la Mujer celebrada en Pekín en 1995, cuando se propuso "no representar a las mujeres, sino a las lesbianas". Por afirmaciones así, el lobby de género intentó callarla: en una ocasión en el Colegio de Farmacéuticos de Badajoz, donde cerca de 60 feministas la insultaron y amenazaron, así como a los asistentes a la presentación del libro (ver enlace). La Policía tuvo que intervenir y les custodió a la salida del acto -que tuvo que ser más breve de lo previsto- por la puerta de atrás del centro. O en Cádiz cuando la marca de Podemos en San Fernando trató de impedir la presentación del libro e incluso propuso declararla persona non grata.

Pero, también es cierto que cuando Vox tuvo oportunidad de decir 'no' a apoyar a Ayuso, por ejemplo respecto a los Presupuestos de la CAM, Rocío Monasterio aseguró que las cuentas autonómicas no corrían peligro aunque el PP no apoyara su propuesta, ya que el acuerdo de Presupuestos estaba cerrado y entonces no lo iban a «deshacer».