Como se recordará, en marzo del año pasado, el presidente español Pedro Sánchez cambió la postura histórica del Gobierno español sobre el Sáhara: España ya no pide un referéndum de autodeterminación, en cumplimiento de la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sino que acepta que el antiguo Sáhara español se convierta, tal y como desea el sinuoso, peligroso y chulesco sátrapa Mohamed VI, en una provincia --con cierto grado de autonomía-- marroquí. 

El presidente del Sahara, Brahim Gali, declaró recientemente en esta entrevista que "probablemente" Marruecos tenga en su poder algún secreto “mortal” de Pedro Sánchez, conseguido a través del programa israelí espía de escucha Pegasus, lo que explicaría el giro histórico del Gobierno español en la cuestión del Sáhara

Cabe recordar que Israel y Marruecos han conformado una estrecha alianza, bendecida por EEUU, fruto de la cual los marroquíes han disfrutado de la tecnología de Pegasus, con la que probablemente hayan espiado --y luego chantajeado-- a Sánchez, tal y como hicieron también con el Gobierno francés de Emannuel Macron