Desde el 8 de noviembre de 2020, el presidente de Bolivia es Luis Arce, un izquierdista que participó en el Gobierno de Evo Morales y perteneciente al mismo partido, Movimiento al Socialismo (MAS). 

Como buen discípulo de Evo Morales, Arce va a tender hacia el comunismo y con ello hacia las peores prácticas de esta ideología, tal y como refleja esta noticia de Infobae, que narra que el presidente boliviano está impulsando cambios en el código penal, asesorado por comunistas cubanos, claro, que lógicamente le van a aconsejar la represión de las libertades

De hecho, pretende que las conductas y expresiones que produzcan “temor en la población” sean definidas como terrorismo y sus autores sean condenados a 25 años de cárcel, como ocurre en Cuba. Es decir, pretende reprimir posibles manifestaciones y expresiones ciudadanas en la calle. 

Arce pretende reprimir posibles manifestaciones y expresiones ciudadanas en la calle

La misma iniciativa de reforma del código penal se propone aplicar la “censura previa” en los medios de comunicación e incluso en las redes sociales, según denuncian las organizaciones de periodistas muy decepcionadas por la reciente visita de una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El propósito principal del proyecto de ley 280 es definir como terrorismo, con retroactividad, las afirmaciones de actores políticos que en 2019 denunciaron el fraude electoral cometido por el candidato Evo Morales, fraude que fue comprobado y demostrado por la propia OEA.

Arce se propone con esta medida dar a los jueces manejados por el gobierno el respaldo legal para que condenen a los opositores de entonces, como los expresidentes Carlos Mesa y Jorge Tuto Quiroga, además Jeanine Áñez, y de esa manera espera contentar a Evo Morales, explica Infobae. 

La delegación de la CIDH que visitó el país observó que la justicia no es independiente, que no hay libertad de expresión y respecto del fraude dejó dicho que el país está muy dividido por ese tema, para lo que sugiere un esfuerzo que permita encontrar un consenso. La OEA había expuesto 27 formas de fraude cometidas por la candidatura de Morales en 2019, pero esta delegación (de la CIDH) parece no haberse enterado, destaca Infobae. 

Hispanoamérica no marcha bien.