
Como recogió Hispanidad el pasado 8 de agosto, el Gabinete de Seguridad del Gobierno de Israel aprobó la invasión de la Ciudad de Gaza, situada en el norte del enclave, con el objetivo último de "derrotar a Hamás".
El Ejecutivo israelí señaló: "Las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) se prepararán para tomar el control de la Ciudad de Gaza a la vez que garantizar la provisión de ayuda humanitaria a la población civil fuera de las zonas de combate".
Poco después, la organización terrorista yihadista Hamás daba su consentimiento a una tregua con Israel, en Gaza, que había sido propuesta por los países mediadores Egipto, Catar y Estados Unidos. La tregua consistiría en 60 días sin acciones militares, tiempo en el que deberán liberarse los rehenes, en dos tandas, como paso previo a un pacto final que acabe con el conflicto, iniciado tras las acciones terroristas perpetradas por los yihadistas contra Israel, el 7 octubre de 2023.
En consecuencia, según el director de los servicios de inteligencia egipcios Diaa Rashwan, el balón estaba “en el campo israelí".
Y los judíos han decidido jugarlo..., pero de otra manera. Porque el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha movilizado a 60.000 reservistas para iniciar la toma de la Ciudad de Gaza.
El portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichay Adraee, lo explicó así: “Como parte de los preparativos para la siguiente fase de la operación, esta mañana se emitieron aproximadamente 60.000 órdenes de reclutamiento para reservistas”.
En un comunicado, Hamás acusó a Tel Aviv de prorrogar una "guerra brutal contra civiles inocentes en la ciudad de Gaza" y criticó el "desprecio" a una nueva propuesta de alto el fuego de los mediadores.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, ha enviado hoy jueves un mensaje a Tel Aviv: "La decisión de las autoridades israelíes de expandir la construcción de asentamientos ilegales, que dividirán Cisjordania, debe ser revertida. Cualquier construcción de asentamientos es una violación de la ley internacional". "Es vital evitar la muerte masiva y la destrucción que una operación militar contra Gaza causarían de forma inevitable".
It is vital to reach immediately a ceasefire in Gaza and the unconditional release of all hostages, and to avoid the massive death and destruction that a military operation against Gaza would inevitably cause.
— António Guterres (@antonioguterres) August 21, 2025
Simultaneously, the decision by the Israeli authorities to expand… pic.twitter.com/oqf6q6vo5N
Mientras que la Cruz Roja ha emitido otro comunicado en el que afirma: "Tras meses de hostilidades implacables y desplazamientos repetidos, la población de Gaza está completamente agotada. Lo que necesita no es más presión, sino alivio. No más miedo, sino una oportunidad para respirar". "Cualquier intensificación adicional de las operaciones militares solo agravará el sufrimiento, separará a más familias y amenazará con una crisis humanitaria irreversible. La vida de los rehenes también podría correr peligro".
Desde España, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha condenado "firmemente" la decisión israelí por ser "contraria al derecho internacional". Y ha advertido de que "la escalada en la ocupación militar israelí traerá aún más muertes y sufrimiento injustificado"
Condeno firmemente la decisión de Israel de construir nuevos asentamientos en Jerusalén Este. Es contraria al derecho internacional, dividirá el territorio de Palestina y quiere hacer inviable la solución de dos Estados por la que España trabaja.
— José Manuel Albares (@jmalbares) August 21, 2025
Cabe recordar que esta guerra se inició cuando el ejército israelí respondió en Gaza al ataque de Hamás contra el sur de Israel, el 7 de octubre de 2023, en el que fueron asesinadas unas 1.200 personas y otras 251 fueron capturadas.
En la ciudad de Gaza viven cerca de un millón de gazatíes. Y otro 1.100.000 lo hacen en el sur de la Franja.










