Mi Me-Ma desembarcaba en un ministerio que tiene sus competencias transferidas a las Comunidades Autónomas, y ella tiene su afán de protagonismo
"Por la sanidad pública. Sí, prometo", con estas palabras, por decisión de Pedro Sánchez y por el cupo de Sumar en el Gobierno, Mónica García, Mi-Me-Ma (Ministra, Médico y Madre), se convertía en la nueva Ministra de Sanidad.
Mi Me-Ma desembarcaba en un ministerio que tiene sus competencias transferidas a las Comunidades Autónomas, y ella tiene su afán de protagonismo. Ya lo demostró al retomar la estrategia del 'pánico' y la sumisión, proponiendo la vuelta de las mascarillas.Mónica necesita dar titulares, por lo que ha ido a por su primera gran apuesta desde el ministerio: regular el cannabis medicinal.
Según García, esta regulación es "una deuda" que tenían y "una buena noticia porque va a mejorar algunos de los síntomas de los pacientes y algunos de los procesos, y reducir el sufrimiento en algunos casos".
García ha puesto en consulta pública su Proyecto por el que se establecen las condiciones para la elaboración y despensación de fórmulas magistrales a base de cannabis, pero en esta primera versión no se especifican muchos detalles.
Iniciamos el trámite para aprobar la regulación del cannabis medicinal en España.
— Mónica García (@Monica_Garcia_G) February 14, 2024
Desde @sanidadgob trabajamos desde la mejor evidencia científica y el diálogo con la sociedad civil para aliviar el dolor y el sufrimiento de muchos pacientes.
Sólo se sabe que los productos tendrán que ser autorizados por médicos especialistas del Sistema Nacional de Salud (SNS), que sólo se utilice para náuseas y vómitos causados por quimioterapia, crisis y dolores refractarios (cuando el paciente no responde a otros tratamientos) y sólo se dispensarán en las farmacias hospitalarias.
Es decir, primero lo contemplan como algo muy específico, para un grupo muy reducido y con muchas normas, para luego extenderlo y, seguramente, aprobar su consumo recreativo.
Es más, el documento ya contempla que quizás se pueda usar en otros supuestos distintos a los ya planteados, para ello asegura que será "necesario valorar los datos disponibles y seleccionar aquellas en las que se considere que existe una relación beneficio riesgo favorable. Será necesario considerar asimismo la necesidad de valorar nueva evidencia disponible y actualizar la normativa de acuerdo a ella”.
En Hispanidad ya advertimos que esto ocurriría. Cuando García estaba en campaña para llegar a ser presidenta de la Comunidad de Madrid, demostró que se preocupaba por la economía, y si juntas a Más Madrid, el crecimiento económico y a la doctora Mónica, preocupada constantemente por la sanidad y la salud, la mezcla puede ser explosiva.
Aseguró que si le quitaba el puesto a Ayuso, "exigiría al Gobierno de España" que llevara a cabo una "regulación responsable en personas adultas del cannabis". Pero ojo, que era por una buena causa, ya que aseguraba que gracias a esta regularización "se reforzaría nuestro tejido productivo e incrementarían los ingresos públicos de una industria en la que España puede ser puntera".
Ahora Mónica forma parte del Gobierno, así que prepárense para la nueva industria española: empieza por el uso medicinal, continuará con el recreativo, y terminará como un derecho de lo más constitucional: el derecho a colocarse.