Es cierto que la democracia consiste en una creencia patética en la sabiduría colectiva de la ignorancia individual, razón por la cual Irene Montero ha llegado a ministra y hecho bueno el otro dicho: prefiero el malo al tonto, porque el malo descansa.

Como también es cierto lo de Lenin la libertad es preciosa: razón por la cual debe ser racionada cuidadosamente. 

Los españoles somos un pueblo debilitado... porque hemos abandonado nuestros principios cristianos

Todo esto a viene a cuento de que el comentario omnipresente en los mentideros madrileños es que Pedro Sánchez está acabado, Vale, supongamos que lo está: su trayectoria es un desastre y avala la conclusión, pero yo, que lo deseo tanto, dudo que vaya a caer. Sí, el Sanchismo nos lleva a la ruina y al enfrentamiento civil pero ha vaciado España de sus principios... principios en nombre de los cuales, antaño se derribaba a los tiranos. 

El Sanchismo no tiene fuerza para continuar pero los españoles tampoco tienen fuerza para echarlo

A día de hoy, me duele reconocerlo, los españoles somos un pueblo debilitado porque hemos abandonado nuestros principios, que eran principios cristianos. Y sí: el Sanchismo no tiene fuerza pero los españoles tampoco tienen fuerza para echarlo.

Ahora, si Sánchez se retira mañana yo tan contento, que conste. Sólo quería recordar que el mal es él pero el mal también está en nosotros. Ya saben: cada pueblo tiene el presidente del Gobierno que se merece.

¡Cuán poco nos merecemos los españoles!