Se ha vuelto a hablar, y parece que se ha puesto en marcha la famosa mesa de negociación y diálogo entre el Gobierno de España - Gobierno Central -, y el gobierno autónomo de la región catalana – gobierno delegado -, con parafernalia y todo lo demás incluido.

Hace más de cuatro años que accedió al poder Pedro Sánchez Pérez-Castejón, y lo hizo hablando de diálogo y de que iba a arreglar “lo de Cataluña con mucho diálogo”. ¿Cuál es el resultado? Cero patatero. Hoy mismo han dicho después de la primera reunión, de dos delegaciones, que van a desjudicializar las relaciones y hacer desaparecer la tensión existente. ¡Va a hacer Sánchez en un año que le queda de legislatura, lo que no ha hecho en cuatro años! ¡Oiga, eso es comportamiento del mal estudiante!

Mientras un solo ciudadano de Cataluña o partido, presente recurso o recursos contra el comportamiento antidemocrático y desobediente del gobierno autónomo regional y su asamblea legislativa, trasgrediendo la ley, estarán siempre judicializadas ambas instituciones.

Cataluña, su gobierno, asamblea legislativa (título que se le da en la Constitución) y ciudadanos deben de entender y saber:

1º los gobiernos de las regiones autónomas son gobiernos delegados del gobierno de España de acuerdo con unos estatutos aprobados por la Cortes Generales y unas competencias; en su mayoría exclusivas del estado que se transfieren por delegación (Art. 150.2)

En consecuencia, lo mismo que se les da se les puede quitar, tanto la Cortes Generales, como el Gobierno de la Nación; si se hace una utilización espuria de ellas. La Constitución indica los resortes apropiados.

2º Para cualquier diferencia existente, o reclamación, o aspiración de obtener un tratamiento diferenciado, está la cámara territorial – el Senado -, para componer las mesas o comisiones que hagan falta por los representantes democráticamente elegidos por el pueblo y por las Asambleas de las autonomías; donde discutir y parlamentar dichas aspiraciones.

No tiene que ser entre gobiernos, dado que el régimen de gobierno de cada región autónoma, viene dado por los Estatutos aprobados por las Cortes Generales.

3º No se puede ni siquiera plantear: ni autodeterminación del territorio, ni referéndum, o cualquier otro tema prohibido por la Constitución, o el incumplimiento de ésta, como es el tema del lenguaje con sevicias. (Art 3.1)

4º Por lo tanto donde debe de discutir o dialogar el gobierno delegado de la región Catalana  sus diferencia y pretensiones es el en las Cortes Generales de la nación, como hizo D. Juan José Ibarretxe.

“Nos vamos a divertir, con la mesa de diálogo, sus fotos y banderitas; y contemplar cuál de los trileros trata de engañar más a los otros.