El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido hoy en el Congreso en teoría para hablar de la guerra de Ucrania, la Reunión de Alto Nivel con Marruecos y el último Consejo Europeo.

Pero, como es costumbre en él, se ha dedicado a dar un mitin insufrible en el que la demagogia y la mentira han campado a sus anchas. Insistimos, como es habitual en él. 

Y es que, tras anunciar que financiará con fondos europeos la construcción de 43.000 viviendas destinadas al alquiler a precios asequibles, el presidente ha presumido de crecimiento económico -ha destacado que el FMI ha elevado el crecimiento de España en un 1,5 por ciento-, de creación de empleo y de la tasa más baja de inflación en Europa. Ha añadido que la economía española está resistiendo mejor que la media europea, creando empleo "como nunca",  también entre las mujeres y llegando a la "tasa más baja" de desempleo entre los menores de 25 años.

"Este Gobierno está orgulloso de la buena marcha de la economía, porque es un éxito de país tras superar todas las adversidades imaginables, mal que le pese a los profetas del apocalipsis”. "Hay algo muy importante, crecemos sin perder competitividad en un contexto tan difícil como el que está pasando Europa”, ha enfatizado Sánchez.

Pues bien: mentiras y más mentiras. 

Porque, en lo que se refiere al paro, España es el país con más paro de toda la OCDE --38 miembros- (y de toda la UE, 27 miembros), con un 12,8%, seguida de Costa Rica, con un 11,8%, y Grecia, con un 11,4%. Además, el paro entre los jóvenes españoles es del 29,3%, solo por detrás de Grecia, con un 29,7%; y seguidos de Suecia, con un 23,7%. Además, España con el 12,8% es el país que a más distancia se mantiene de su mínimo histórico de paro, el 7,9%, marcado en mayo de 2007.

En cuanto a la supuesta “buena marcha de la economía” española, de la que ha presumido Sánchez, también conviene recordar otros datos. Por ejemplo, los datos de la inflación: hoy mismo publicamos que en marzo, la inflación subyacente en la eurozona fue del 5,7%; mientras que en España fue del 7,5%, una barbaridad. Y lo mismo cabe decir de los alimentos, que en la eurozona subieron en marzo en tasa anual un 14,7% frente a la subida del 16,5% en España. 

Respecto a la deuda pública, en 2022, creció un 5,3% en un año, hasta los 1,502 billones, el 113,2% del PIB, muy lejos del 60% del PIB que volverá exigir Bruselas, a partir de 2024. Es decir, que  la deuda pública española se incrementó en 75.305 millones respecto al año anterior por la irresponsable política de Pedro Sánchez, que dejará endeudadas a varias generaciones…

Y en lo que se refiere al déficit público, este se situó el año pasado en los 63.776 millones de euros, el 4,8% del PIB (frente al 6,9% del año pasado). Pero los gastos aumentaron un 3,6% y los ingresos, un 14,4%... por la voracidad fiscal del Gobierno. Y recordemos que la Comisión Europea volverá a exigir la regla del déficit público del 3% del PIB a partir del año 2024.