El Congreso de los Diputados ha sido hoy escenario de un espectáculo surrealista. Los 350 diputados saben hablar perfectamente castellano. Pero se han visto obligados a usar pinganillo para entender las intervenciones de algunos diputados en catalán, euskera y gallego, por exigencia de los partidos minoritarios del Congreso, que se lo han exigido al PSOE para conseguir precisamente la Presidencia de la Mesa de la Cámara Baja. Y también a Pedro Sánchez para intentar llegar a ser de nuevo presidente del Gobierno. 

Y es surrealista porque tal y como está la deuda pública —disparada, hoy mismo se ha conocido el dato: 1,558 billones de euros en julio— tener que desembolsar casi 300.000 euros en traductores es un gasto absolutamente innecesario. 

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Además, por exigencia de los partidos separatistas —ERC, Junts, PNV, EH Bildu y BNG—  estos idiomas se han usado ya hoy, cuando se ha debatido pero todavía no se ha aprobado, el cambio del reglamento del Congreso que lo haga posible. Esa votación será el próximo jueves. Pero de nuevo ha sido otra exigencia a la que la mesa del Congreso, dominada por el PSOE y Sumar, no ha podido negarse. 

El debate ha empezado con la intervención de la portavoz del PP, Cuca Gamarra, quien ha pedido que no se haga uso de las lenguas hasta que no sea oficial su aprobación.

Después, la portavoz de Vox, Pepa Millán, se ha quejado —"aún no ha sido aprobado y se ha permitido que se hable en una lengua distinta a la española. No vamos a ser cómplices”-- y la presidenta del Congreso, Francina Armegol, le ha dicho que se callara. 

Inmediatamente después, los diputados de Vox han abandonado el hemiciclo dejando los pinganillos y petacas en el asiento de Pedro Sánchez: 

La portavoz parlamentaria de Sumar, Marta Lois, ha defendido el uso del gallego, el catalán y el euskera en los plenos de la Cámara baja. “Las lenguas, como los derechos, no compiten entre sí, que la posibilidad de hablar en una lengua no niega las otras. Es un mal argumento recurrir también al tema de los costes, los costes de la traducción simultánea. Nos referimos a una gota de agua en el océano de los presupuestos, lo que invalida el argumento”, ha dicho Lois, que también ha utilizado el idioma gallego durante parte de su intervención.

Por su parte, el portavoz parlamentaria de ERC, Gabriel Rufián, ha utilizado el catalán y el castellano en su intervención. “Esto un éxito para mi partido, ERC, por su historia, su lucha, y también para mi país, pero me niego, me niego a que esto que se está produciendo hoy aquí sea una victoria. No puede ser una victoria porque me niego, me niego como ciudadano catalán, como independentista catalán, a que mi cultura y a que mi lengua requiera de perdedores. Me niego. Hoy aquí no hay perdedores, como mucho hay ignorantes”, ha dicho Rufián. “Tan mal le hace a vuestra lengua y a vuestra cultura un intransigente con una rojigualda, como un intransigente con una estelada”, ha añadido.

De su lado, la batasuna Mertxe Aizpurua, de EH Bildu, ha realizado su intervención en euskera: «Es de agradecer este paso simbólico pero importante. Pone de manifiesta una realidad política, social, somos naciones diferentes, tenemos identidad propia y formamos una comunidad propia. Por eso están tan enfadados como han visto, porque esa identidad queda manifestada aquí».

El diputado del PNV Joseba Andoni Agirretxea también ha celebrado en el Congreso de los Diputados el uso del euskera, el gallego y el catalán en el primer pleno de la XV legislatura: "Yo no puedo entender la actitud de los grupos que están en contra de esta reforma, de no ser por una perspectiva política perversa. Hago una pregunta a los grupos que se oponen: ¿a quién puede perjudicar que cada cual intervenga en su lengua si son lenguas oficiales reconocidas? ¿A quién puede perjudicar? ¿A la vida parlamentaria? ¿A la democracia? ¿Al español? ¿A la Constitución? ¿Dónde está la clave?”.

El diputado de UPN, Alberto Catalán, ha denunciado que los separatistas que defienden el uso de lenguas cooficiales en el Congreso son los mismos que impiden el uso del castellano en los colegios. Con toda la razón del mundo. 

Mientras que el portavoz popular Borja Sémper, nacido en Irún, ha intercambiado el castellano con el euskera, en un ejercicio de equilibrismo. “Mis hijos hablan en euskera, no es un problema. Es nuestra diversidad, es nuestro patrimonio”.  

Y aquí, la opinión de Isabel Díaz Ayuso al respecto: