Esta semana, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, negó “tajantemente” que el apoyo de España al plan marroquí de una autonomía para el Sáhara sea “un cambio de 180 grados en la postura de España, que suponga que estemos fuera de la ONU o que sea completamente nuevo”, se trata tan solo de “pasar a la acción” y apoyar al enviado especial de la ONU en la resolución del conflicto.

Hispanidad recogió ayer una información de La Razón que recogía las advertencias del Frente Polisario: “Marruecos prepara una ofensiva para la ocupación híbrida de Ceuta y Melilla”. Además, el grupo saharaui asegura que el Gobierno español conoce esos proyectos para “recuperar” los “territorios ocupados”.

Y una información de hoy de El Mundo da la razón también a los saharauis.

En concreto, El Mundo informa de que los guardias civiles de la frontera no se fían de Marruecos y pronostican que el inesperado bandazo del Gobierno en su postura sobre el Sáhara traerá más problemas migratorios a España. Los agentes meten en la ecuación a Argelia –sin sacar de ella a Rabat– y alertan de que podría contraatacar dejando de controlar la inmigración. Temen una avalancha de pateras; un desafío por parte de Argel similar al que, a su juicio, contó con la complicidad del reino alauí en los cuatro saltos masivos a la valla de Melilla de principios de mes que tanto inquietaron al Ejecutivo de Pedro Sánchez, recoge El Mundo.

Todo se relajará hasta que Marruecos quiera o necesite algo. Ahí, volverá a presionar con la migración

Tras años tomando el pulso a los contornos de la migración en la zona fronteriza, los guardias civiles están de acuerdo con que la situación en las vallas de Ceuta y Melilla se tranquilizará por la decisión del presidente del Gobierno para acercarse a Marruecos después de casi un año de desencuentro pero su experiencia les dice, insisten, que esta pausa será transitoria. Sostienen que Rabat no renunciará a su reivindicación sobre las dos ciudades autónomas. «Todo se relajará hasta que Marruecos quiera o necesite algo. Ahí, volverá a presionar con la migración», advierten, añade El Mundo.

Este horizonte también lo contempla Agustín Leal, secretario de comunicación de Jucil, la agrupación mayoritaria de guardias civiles. «El fin de Marruecos es recuperar Ceuta y Melilla y cuando quieran recordarlo volverá la presión migratoria y los saltos violentos de las vallas», razona. «Si lo necesita echará mano del chantaje con la inmigración, de eso no hay duda». «La actual política migratoria –prosigue– tan laxa hace que las mafias vean en Ceuta y Melilla la puerta de entrada a Europa con más garantías», explica y recoge El Mundo.