El 10 de septiembre de 2024, el magistrado instructor de la causa del ‘procés', Pablo Llarena, desestimaba los recursos de reforma presentados por el expresidente de la Generalitat catalana Carles Puigdemont y los exconsellers Antoni Comín y Lluis Puig, así como por la Fiscalía y la Abogacía del Estado, contra su auto, de 1 de julio, en el que declaró no aplicable la amnistía al delito de malversación de caudales públicos por el que los tres primeros se encuentran procesados.
En un auto, el instructor destacaba que las alegaciones carecen de cualquier fundamento, ya que es la previsión literal de la Ley de Amnistía la que obliga al pronunciamiento judicial que se impugna, y la norma establece la exclusión de su aplicación a delitos de malversación en supuestos en que el sujeto actúe con “el propósito de obtener un beneficio personal de carácter patrimonial”, lo que entiende que concurre en el caso, recogió la nota de prensa del CGPJ.
Esta decisión del magistrado Llarena fue recurrida por los interesados, es decir, por Carles Puigdemont y los exconsellers Antoni Comín y Lluis Puig.
Y este lunes se ha producido una sesión en el Supremo sobre ese recurso, en la que, ¡oh sorpresa!, la Fiscalía ha pedido al Tribunal Supremo que les aplique la amnistía.
Quien lo ha pedido en nombre de la Fiscalía ha sido la teniente fiscal del Supremo, María Ángeles Sánchez Conde, la número 2 del todavía fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a su vez a las órdenes de don Pedro Sánchez, a quien le conviene tener a Puchi amnistiado para que deje de tocar las narices en esta legislatura.

Por cierto, fuentes de Moncloa aseguran que en el momento en que Puigdemont se pasee, ya amnistiado, por las Ramblas barcelonesas, Sánchez convocará elecciones generales anticipadas, aprovechando su supuesto éxito de haber pacificado Cataluña...
Esta es una interpretación de Moncloa. Otra distinta es que el cabreo que puede generar en buena parte de la sociedad española el ver a Puigdemont paseando triunfal por Barcelona --como cuando se aprobó la amnistía-- puede provocarle un castigo electoral a Sánchez.
Pero no adelantemos acontecimientos. A ver qué decide el Supremo respecto a este recurso de Puigdemont.