Moncloa quiere influir en el reparto de la publicidad. Es decir, terminar el trabajo iniciado por Google, que representa al pensamiento único: lo políticamente correcto
Descanse en paz Miguel Barroso, secretario de Estado de Comunicación con Rodríguez Zapatero y principal asesor de Pedro Sánchez en materia de imagen. Justo cuando más le necesitaba don Pedro, embarcado como está el presidente del Gobierno en un intento rabioso por controlar los pequeños medios informativos de la Red y en volver a la era del cómodo oligopolio informativo de los grandes editores.
Una vez que Google le ha arrebatado a los medios el 80% de sus ingresos publicitarios y de que la información en Internet nació gratis, la libertad de prensa se vuelve muy difícil
En el momento presente, lo que pretende Moncloa es utilizar a los grandes anunciantes para terminar de asfixiar económicamente a la prensa digital independiente y regresar a ese oligopolio informativo de los grandes medios. Dicho de otra forma, el Gobierno quiere influir en el reparto de la publicidad, principal fuente de ingresos, todavía, de la prensa libre. Es decir, terminar el trabajo iniciado por Google, que representa a lo políticamente correcto, al pensamiento único universal, el verdadero Nuevo Orden Mundial (NOM).
Una vez que Google le ha arrebatado a la prensa el 80% de sus ingresos publicitarios y de que la información en Internet nació gratis, la libertad de prensa se vuelve muy difícil porque la única salida de la prensa libre, ajena al pensamiento único y la más crítica con el poder, sólo superado por las redes sociales, consiste en cobrar por la información. Algo útil para la libertad periodística, desde luego, pero, cuando has creado el hábito de que en Internet todo es gratis total... eso es muy difícil cambiarlo.
¿Y por qué esa aversión a la prensa digital independiente, a los llamados, con desprecio, confidenciales, cuando no cosas peores? Lógico, lo pequeño es lo verdaderamente crítico con el Sanchismo. Moncloa odia lo pequeño, sobre todo a la prensa digital independiente... porque seis se pueden controlar, 60 no. Y las redes sociales (6 millones), resultan sencillamente imposible de controlar. Se les puede ningunear y calificarles como hacedores de bulos pero poco más. Y no lo olviden: la verdad siempre circula por canales pequeños.
Moncloa odia lo pequeño, sobre todo a la prensa digital independiente,... porque seis se pueden controlar, 60 no. Las redes sociales (6 millones) es imposible. Pero sí se les puede ningunear, desprestigiar el periodismo popular como hacedores de bulos y bloquearles tecnológicamente
En cualquier caso, en el momento presente, lo que busca Sánchez es que los grandes anunciantes anulen a la prensa pequeña de internet, no incardinada en los grandes grupos periodísticos, así como bloquear en lo posible, por la vía tecnológica, a las redes sociales, ya sabe, a los negacionistas. O sea, a los que más cerca andan de la verdad porque tienen menos intereses. Ahí siempre encontrarán el apoyo de Google, que ha robado los ingresos a los medios, esos que, a su vez, no quieren competidores chiquitos en lo que les queda de pastel y que han pactado con Google para que no les destrocen del todo.
La campaña socialista sobre pseudomedios y pseudoperiodistas es la punta de lanza de esta batalla contra lo pequeño, contra la prensa independiente de Internet
Esperemos que el Gobierno no logre el apoyo de los grandes anunciantes para arrebatarle a la prensa libre, la pequeña prensa digital independiente, hasta las migajas de la tarta publicitaria.
Y si consiguen el control de los pequeños editoriales irán a por el periodismo popular, el de las redes sociales.
Por cierto, la campaña socialista sobre pseudomedios y pseudoperiodistas es la punta de lanza de esta batalla contra lo pequeño, contra la prensa independiente de Internet.