Estamos en que Juan Carlos I quiere volver a España cuando gobierne Feijóo. Ahora bien, el problema es que quiere volver a residir en Zarzuela, en su casa de siempre... y a eso se niega Felipe VI, acosado por su propia esposa y por Pedro Sánchez
Una relación, buena relación, que pocos españoles conocen, es la que une a Alberto Núñez Feijóo con el Rey Juan Carlos I, el "emérito". Por eso, el plan del susodicho 'emérito' consiste en volver cuanto antes a España, en cuanto Feijóo sea presidente (¿Seguro que lo va a ser?), aunque no se lo crean: en el PP aseguran que el regreso no se podrá hacer el 24 de julio, dado que eso supondría colocar en un brete al Partido Popular -los peperos son así-, que no quiere aparecer como un partido monárquico.
Pero, al menos, Feijóo es amigo de la monarquía y Sánchez un hombre que aspira a reinar, enemigo declarado de los borbones, a quien mantiene secuestrados.
La tesis de que si Juan Carlos I sufriera una indisposición aún daría tiempo a trasladarle a España para morir resulta un tanto estrafalaria. Pero, ahora mismo, es la doctrina oficial en palacio
Estamos en que Juan Carlos I quiere volver a España cuando gobierne Feijóo. Ahora bien, el problema es que quiere volver a residir en Zarzuela, en su casa de siempre... y a eso se niega Felipe VI. Tras un lustro de exilio innecesario y de humillación constante por parte de Pedro Sánchez, que tiene dominado a su hijo, el monarca que abdicó quiere volver a su hogar y por la puerta grande.
A esto se niega Felipe VI, quien ofrece cualquier residencia real en Madrid, discreta y segura, desde luego, pero no Zarzuela. Entre los monárquicos cunde cierto regocijo, cuando se recuerda el momento en el que, ya abdicado pero aún en España, el ex-monarca lanzó su propuesta de trasladarse desde La Zarzuela a El Pardo, como Franco, para residir en las plantas superiores, justo encima del museo abierto al público.
Y luego está el asunto de la herencia del Rey, que no deja de resultar algo complicado.
Pero el regreso del Rey de Abu Dabi a España choca con la oposición de la reina consorte, doña Letizia Ortiz. No es ningún secreto que el actual monarca, Felipe VI, vive acosado por su propia esposa y por Pedro Sánchez. Por su propia esposa que, contra las capitulaciones matrimonial, se ha erigido en la formadora de sus hijas, en especial de la princesa de Asturias, mientras el padre no hace más que ceder.
El actual monarca se ha resignado a que sea la Reina Letizia quien eduque a la futura Reina Leonor. El Rey se conforma con mantener el servicio religioso para que la futura Reina cumpla con el precepto dominical... y a la defensiva
La tesis de que si Juan Carlos I sufriera una indisposición aún daría tiempo a trasladarle a España para morir resulta un tanto estrafalaria. Pero, ahora mismo, es la doctrina oficial de Zarzuela.
El actual monarca se ha resignado a que sea la Reina Letizia quien eduque a la futura Reina Leonor. El Rey se conforma con mantener el servicio religioso para que la futura Reina cumpla con el precepto dominical, pero no parece suficiente formación cristiana para la futura reina de España.
Lo cierto es que la formación de doña Leonor se basa en dos pilares: su madre y el colegio de ideario masónico donde ha cursado sus estudios de Bachillerato. Demasiada presión, producto de la cesión permanente que el Rey de España ha venido haciendo ante su esposa y ante un tal Pedro Sánchez.