En el contexto del acuerdo de Gobierno entre Pedro Sánchez y EH Bildu ("si quiere se lo repito 20 veces, con Bildu no vamos a pactar", Sánchez dixit), por el cual el primero pudo contar con los votos de la coalición en la que se integran los herederos de Batasuna (brazo político de ETA, no lo olvidemos) para poder seguir siendo presidente del Gobierno (y gracias al cual el PSOE le dio la alcaldía de Pamplona a los bildutarras recientemente), este sábado tuvo lugar en Bilbao una manifestación a favor de la excarcelación de los presos de ETA. 

El portavoz de Sare, el colectivo organizador de la marcha, Joseba Azkarraga, declaró, sin ningún rubor: "A los presos les decimos que seguiremos trabajando para sacarlos a la calle. No los hemos traído hasta aquí para que continúen en la cárcel. Los hemos traído a las cárceles vascas para que vayan saliendo una vez les sea aplicada una legislación de carácter ordinario. Queremos ser la llave de la solución y esa llave la tienen que tener las instituciones vascas y la judicatura vasca". 

Lo que cabe interpretarse como una preparación del terreno por parte de, además de Bildu, los socios de Gobierno de Sánchez --porque en la manifa estuvieron también representantes de ERC (Teresa Jordá) y Junts (Josep Rius)--  para un posible indulto, amnistía, etc., que podría estar ya pactado entre Sánchez y EH Bildu. Y decimos "podría" porque no se sabe el contenido exacto de sus acuerdos con el partido heredero de ETA. Pero como Sánchez ha cedido en todas las exigencias a sus socios, para poder seguir gobernando o para ser investido presidente (indultos, amnistía a los delincuentes del procés), lo más natural es pensar que también cederá a la exigencia de EH Bildu de que los presos etarras salgan de la cárcel, de una forma u otra. 

En cualquier caso, como ha recordado Jucil Vizcaya: 

Además, hoy diversos medios han recogido un informe de la Policía Nacional en el que explica al juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge los métodos de terror utilizados por  ETA para perseguir y atemorizar a personas a las que consideraba "españolas", con el fin de llevar a cabo en el País Vasco una suerte de limpieza étnica. 

Este informe fue entregado por la Policía Nacional al juez a raíz de su investigación sobre el asesinato del concejal del PP en Durango (Vizcaya) José María Pedrosa Urquiza, el 4 de junio de 2000, el cual, pese a las amenazas y al acoso sufrido, se negó a huir del País Vasco, lo que finalmente le costó la vida. 

Conviene recordar que este tipo de prácticas mafiosas llevadas a cabo por los terroristas motivaron la huida del País Vasco de miles de familias, lo que sin duda ha alterado el actual mapa electoral en tierras vascas, en el que la representación de los partidos 'españolistas' es más bien escasa. 

No obstante, esas prácticas mafiosas e intimidatorias por parte del entorno de ETA siguen produciéndose en la actualidad. De hecho, las está sufriendo ahora mismo el  concejal del Partido Popular en Durango, Carlos García, quien osó denunciar al payaso 'Porrotx' por una actuación en la que el presunto humorista alabó a los terroristas de ETA…, delante de los niños. Por esa denuncia, García recibió este fin de semana insultantes versos en un concurso de bertsolaris que tuvo lugar en Oyarzun, informa La Razón. 

El concejal del PP de Durango ha sido claro: "Ni me voy a callar ni voy a retirar la denuncia".

Carlos García fue el mismo concejal que sacó a Bildu del ayuntamiento de Durango: