¿Nuevas elecciones a la vista? / Foto: Pablo Moreno
Decíamos ayer -¿o era esta misma mañana?- que entre las hipótesis que baraja Pedro Sánchez estaba la de adelantar las elecciones generales. También decía el arriba firmante que lo lógico es que Pedro Sánchez, enamorado como esta de su sillón y de su permanencia en Moncloa, no arriesgue una Presidencia que tantas burradas le ha costado conseguir en aras de una llamada a las urnas de incierto resultado. Pero los insultos a los jueces han alertado a Europa y Sánchez no puede permitirse un problema en Europa.
En Moncloa y en Ferraz, -sí, Ferraz pinta poco con Sánchez pero siguen haciendo cuentas- sí que se plantean una nueva convocatoria electoral porque ya no aguantan a Carlos Puigdemont. Es más, esa misma fuente, en este caso la monclovita, asegura que Sánchez ya ha hecho llegar un ultimátum al prófugo: o acepta la ley de Amnistía como está y con los filtros europeos, con el riesgo de que se promulgue la amnistía pero sin asegurar que afecte al 100 por 100 a Puigdemont... o habrá convocatoria electoral.
Y sí, hay un precedente al que ya hemos aludido: Sánchez convocó elecciones en abril (día 28) y en noviembre (día 10) de 2019 , es decir, en siete meses... los mismos que ya han transcurrido desde el 23-J.
Y así, este viernes 9 de febrero Madrid ha sido un hervidero: corre el rumor sobre elecciones anticipadas. No contra el PP, tampoco contra ERC, Bildu o PNV: sólo contra Junts.
El espectro ideológico de voto no cambiaría, porque el voto de derechas no crece pero Junts podría no repetir sus 7 diputados. Y así, lo más probable es que se reprodujeran los resultados de julio pero, ojo, no con Junts cerrado, sin peleas internas, sino con un Junts vacío de contenido y con muchas peleas internas.
Sánchez sabe que si el voto de Junts se va a ERC -o mejor, al PSC- él podrá pactar, y desde una posición más fuerte, con Bildu (una maravilla) con ERC y con PNV.
Además, es verdad que el PP crece en voto pero a costa de Vox, no del PSOE. Por tanto, si el espectro ideológico no se mueve Sánchez podrá crear otro bonito gobierno Frankenstein.