Pablo Casado quiere ser Ceo de España SA, no presidente del Gobierno de España
Si algo define a Pablo Casado, fue su discurso durante el debate sobre los Presupuestos para 2022. Discurso brillante, frente a la peligrosa reina del embuste, la titular de Hacienda, María Jesús Montero. El presidente del PP dinamitó el proyecto de presupuestos socio-podemita en menos de la mitad del tiempo que Marisú empleó en hacer visajes para defenderlo. La titular de Hacienda me recuerda las interminables alocuciones de Fidel Castro.
El líder del PP no se atreve a recuperar los principios cristianos del PP. Por eso se queda en derecha pagana y en un ‘gestierno’, donde el presidente del Gobierno es un ceo
Insisto: el discurso de Pablo Casado durante el debate de Presupuestos, resultó brillante pero no pudo evitar la pavada, que no venía a cuento, de proponer más dinero para la fecundación in vitro, justo cuando las clínicas FIV se están convirtiendo en el gran matadero de embriones humanos y en un pelotazo especulativo verdaderamente repugnante. Si Julián Marías aseguraba que, no el aborto, sino la aceptación social del aborto, era lo mas grave que había sucedido durante el siglo XX, de nuestro siglo XXI podría decirse que lo más grave es la aceptación social de la fecundación asistida que, encima, se presenta como donante de vida cuando es dador de muerte. ¿A qué puñetas venía la petición de más dinero para la FIV, don Pablo? Si ya tiene mucho.
En política, los que más interesa es la moral. Todo español lleva dentro un obispo y un seleccionador de fútbol. Éste para decidir cuál es el equipo ganador; aquel, para dictaminar lo que está bien y lo que está mal
Pero vamos con la crónica de esta derecha cainita. La noticia es que a Pablo Casado, un hombre sin mucha personalidad, le han convencido de que de la orden: liquidar a la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso. La línea de actuación es la de siempre:: gobernará en Madrid, no podemos evitarlo, pero no mandará en el PP, ni en Madrid ni en Génova.
Ahora bien, no mitifiquemos a su contrincante, doña Isabel. Ayuso carece de principios sólidos, es una alumna tardía en esta disciplina… pero, ojo, tampoco tiene complejos para asumirlos. Casado sí los tiene, pero no se atreve a aplicarlos, por cobardía, y ha optado por situar al PP en la derecha pagana, como un Feijóo cualquiera.
Dicho de otra forma: el líder del PP no se atreve a recuperar los principios cristianos del Partido Popular. Por eso se queda en derecha pagana y en un ‘gestierno’, donde el presidente del Gobierno es un ceo. Por eso, Casado, cuando habla de presupuestos, que no deja de ser una tabla contable, lo borda pero luego, como líder, no deja fríos.
Don Pablo: no sólo de pan vive el hombre, también vive de autoestima… y hasta la conciencia más pervertida es capaz de interpelar
Y es que hay que desenmascarar un tópico falso pero muy extendido en España: el tópico de que la moral es aburrida y no interesa a nadie, salvo a una minoría de beatos. Craso error, La moral, el juicio sobre lo que está bien o mal, lo que es correcto o incorrecto, constituye el juicio favorito del pueblo. Todo español lleva dentro un obispo y un seleccionador de fútbol. Éste para decidir cuál es el equipo idóneo; aquél, para dictaminar lo que está bien y lo que está mal.
En contra de lo que se cree, un presidente del Gobierno es, antes que nada, un moralista. A lo mejor un moralista de lo más inmoral, pero lo que espera la gente de él ni tan siquiera es que le proporcione trabajo (arreglar los problemas de la gente, como predica, pomposa, nuestra clase política, aunque sabe que es imposible) sino una guía ética sobre lo que está bien y lo que está mal. Porque no sólo de pan vive el hombre, también vive de autoestima y hasta la conciencia más pervertida es capaz de interpelar a su dueño.