Consejo de Ministros del 1 de febrero. "Demostramos que nos preocupamos". O mejor: "Desconcentrar para cohesionar". Y más: "Crecemos económicamente y avanzamos socialmente, en derechos". La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ha superado este martes 1 de febrero todas las afirmaciones pitorreables. Salió acompañada de Raquel Sánchez, titular de Vivienda y de Ione Belarra, de Asuntos Sociales, porque "la Vivienda es el quinto pilar del Estado del Bienestar". 

Está claro que el Gobierno Sánchez debe recuperar su sentido del ridículo. En serio, porque lo de "luchar contra la despoblación" cambiando la sede de las instituciones públicas de Madrid a provincias no me digan que no es bueno. Un poner: tu trasladas a los funcionarios del Ministerio de Consumo de Madrid a Palencia y has repoblado la desértica meseta castellana. Seguro.

El Sanchismo impone la vivienda en alquiler pero no aumenta la vivienda en propiedad

El proyecto estrella era la ley de Vivienda, una burrada comunista y un atentado contra la propiedad privada. Menos mal que algunos puntos del proyecto tienen año y medio de plazo para ponerse en práctica, así que con un poco de suerte no se pondrán en marcha nunca.

Por partes: me obligan a alquilar mi vivienda -o me suben el IBI hasta 2,5 veces- y además tengo que alquilarla al precio que me digan. Porque claro, para los socio-podemitas, la vivienda es un derecho pero la propiedad privada es un deber.

Junto al bono social se crean más subvenciones al alquiler... que aumentarán el precio del alquiler

Los okupas seguirán haciendo lo que les venga en gana y no se podrá desahuciar al vulnerable: ¡Pues menudo coladero para sinvergüenzas! 

Al tiempo, el Sanchismo impone la vivienda en alquiler pero no aumenta la vivienda en propiedad. Considerando que el español siempre ha tenido la vivienda en propiedad y que esa vivienda en propiedad, ganada con mucho esfuerzo, ha forjado la clase media española, esa que ha sacado adelante el país.

Y así, promocionando el alquiler y ofreciendo subvenciones públicas a los jóvenes, ninguno de ellos hará el esfuerzo para adquirir una vivienda en propiedad y, además, con el bono social... conseguirán el efecto contrario al que buscan. Es decir, que suba el precio del alquiler. 

Belarra confunde las cláusulas abusivas con la burbuja hipotecaria. Y esto lo dice cuando nunca las hipotecas para vivienda en propiedad estuvieron tan baratas

Y junto a Raquel Sánchez, que no deja de ser una ministra con dos dedos de frente aunque con unas tragaderas inconmensurables, aparece Ione Belarra, titular de Asuntos Sociales y mujer de preclara inteligencia. Esta vez sólo ha soltado un mitin sobre la burbuja inmobiliaria durante el siglo XXI. Y ya puestos ha confundido las cláusulas abusivas con la burbuja hipotecaria norteamericana, que no afectaba a la vivienda sino a la bolsa especulativa creada en Estados Unidos con productos derivados de los créditos hipotecarios. Es igual, Belarra es de Podemos. No necesita saber para hablar. 

Y todo esto lo suelta cuando nunca las hipotecas para vivienda en propiedad estuvieron tan baratas como ahora. 

En fin, una ley comunista, un atentado contra el derecho a la propiedad privada... que no existe para el Gobierno español.

Queremos que se investiguen los abusos de la pederastia clerical, pero estamos con las víctimas. La aclaración es importante

Queremos que se investiguen los abusos de la pederastia clerical, pero estamos con las víctimas. La aclaración es importante. 

Por cierto, no podía faltar la alusión a la nueva aberración cristófoba del Gobierno: una Comisión parlamentaria para estudiar la pederastia clerical. Es decir, para insultar a los curas y quitarle el honor a la Iglesia. No la pederastia laical, mucho más numerosa en términos absolutos y relativos, pues la pederastia clerical en España es mínima. Pues bien, conste que Ione Belarra asegura lo siguiente: "Queremos que se investiguen los abusos de la pederastia clerical, pero estamos con las víctimas". La aclaración es importante. Alguno podría pensar que Podemos estaba con los pederastas.