Consejo de Ministros del 31 de mayo: "En los foros internacionales se valora la política económica del Gobierno español... Los inversores miran a España con atractivo... El liderazgo de Pedro Sánchez es indiscutible". La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, no tiene límites. Responde, según lo previsto, a un Gobierno enrocado, dispuesto a negar que la leche es blanca y los toros negros. Esto es, dispuesto a negar la verdad: que la economía española está al borde del precipicio y que la subida de tipos va a ser la puntilla. Pero todo va bien.

Y el caso es que todo marcha fatal, pero el Gobierno está enrocado. Se miente y en paz. Las encuestas aseguran que Sánchez perderá las elecciones pero él se niega a verlas. Ojos que no ven, corazón que no siente... y tortazo que te pegas.

No se lo van a creer, pero la ley de atención al cliente, del ministro Alberto Garzón, no está mal pensada: obliga a la empresa a que atienda bien a sus clientes cuando protestan

Aprobaciones. El Consejo ha lanzado el Perte de los cuidados. Horas antes, los responsables de residencias de ancianos privadas, que suponen las tres cuartas partes del sector, aseguran que ni han sido consultados por el Gobierno. Curioso.

Más. Anteproyecto para el desarrollo sostenible y la solidaridad global. Vamos, las subvenciones que Agencia Española de Cooperación Internacional va a otorgar a gobiernos de países pobres, generalmente acaban en corrupción, o las ONG españolas, naturalmente, privilegiando a las ONG amigas, progresistas. 

Pero la vicepresidenta Yolanda Díaz es aún más presumida que Rodríguez. Entra en trance nada más empezar a hablar y nos comunica que este Gobierno está realizando una transformación profunda y silenciosa del país "mientras la oposición grita".

Luego nos cuenta que destinará 50 millones a crear empleo en Andalucía que, casualmente, tiene seis puntos más de paro que el resto del país. Eso, dos días antes de que comience la batalla electoral. ¿Ustedes creen que con 50 millones se crearán miles de empleos? ¿Cientos? ¿Decenas? ¿Unidades?

Y un plan de empleo para Andalucía en víspera de elecciones. Eso sí, con 50 millones no van a arreglar mucho

Y llega el turno del ministro de Consumo, don Alberto Garzón:

Anteproyecto de ley que regula la atención a los clientes. 

No se lo van a creer, pero la ley de atención al cliente, del ministro Alberto Garzón, no está mal pensada: obligar a la empresa a que atienda bien a sus clientes, cuando protestan.

Será una persona, no una máquina, quien atienda las reclamaciones del cliente de una empresa. Si se trata de un servicio esencial (agua, luz, gas) la empresa deberá informar en el plazo máximo de dos horas. Si no es un servicio esencial deberá atender la reclamación en 15 días. No se podrá dar de baja un servicio si existe una reclamación en curso...

En resumen, veremos qué se inventan las empresas para incumplir la norma y veremos si las sanciones de castigo son lo suficientemente temibles como para que se cumpla todo lo establecido. 

Estoy asombrado: esta vez deseo que gane Garzón. En serio. Esto demuestra que la vida te da sorpresas.

Queda, cómo no, la OTAN. Que si Yolanda no fue a la reunión-aniversario de la entrada de España en la OTAN. Que si no responde a si acudirá a la Cumbre de la OTAN de junio. Politiqueo de quien pretende ser la primera mujer presidenta del Gobierno de España y sabe que aún no puede enfadarse con el actual presidente.

Pero sí con su cuasi-colega de partido, Ione Belarra, quien acusó de corrupción en la organización de la precitada Cumbre de la OTAN (presupuesto total, 37 millones de euros), es decir, que acusó al Gobierno. Ahí, Yolandísima se puso seria y le espetó que los contratos y contratas de tal organización habían sido aprobados en Consejo de Ministros, es decir, aprobados por la propia Ione. La verdad es que no creo que en un Consejo de Ministros entre en la letra pequeña de los contratos para organizar una cumbre política. De cualquier forma, el titular es este: Yolanda abofetea a su colega Ione.