No podemos empezar de otra forma esta crónica sobre el Congreso Nacional de Partido Popular de este fin de semana, si no es con un gran: ¡Enhorabuena, Alberto!. Y es que Feijóo fue proclamado presidente del partido por nada más y nada menos que el 99,24%.

Aunque era el único candidato, pero así es Alberto, un hombre de mayorías.  

Hace unos días, les decíamos que la nada invadía al PP, y tras este fin de semana, lo confirmamos: “Yo no voy a prometer nunca imposibles. Mesianismo sin escrúpulos ya hemos tenido bastante. Lo que sí garantizo es no equivocarme de prioridades“... ¿comprenden?

“No entraré en La Moncloa sin llevar debajo del brazo las propuestas normativas para poder desarrollar desde el primer día un plan de regeneración democrática en nuestro país. Es lo más urgente”, añadía Alberto, pero no concreta, no se atreve, al menos a prometer, que vaya a derogar ninguna norma. 

Dice Alberto que construirá vivienda, que luchará contra los okupas, que aliviará fiscalmente a las familias, promete más salario, más médicos y hasta una política de agua. 

El ejemplo de qué ha sido este fin de semana popular es el siguiente: el líder del PP asegura que sin la inmigración España sería un país “todavía más envejecido”. “No nos confundamos. Y para eso España debe ser un país abierto. Pero no un país ingenuo”, rechaza el “discurso del odio” pero dice firmemente: "eso no significa que aquí vale todo. El respeto es el mínimo exigible. Y la convivencia se trabaja con normas, con orden y con control". Es decir, hay inmigración, se compromete a reducirla, no a combatirla y a ayudar en origen, no no, a reducirla. ¿Cómo? No lo dice. ¿Qué supone reducirla? Tampoco lo dice. Pero al tiempo condena a los ultras de los discursos de odio, y lo mejor, reconoce de paso el gran problema que tiene España: la baja natalidad y el envejecimiento de la población. Insinúa que la única solución es que los inmigrantes tengan hijos, no promociona la natalidad y ni una palabra sobre el aborto, que justo ese fin de semana cumplía 40 años desde su aprobación. Ese es Don Alberto, un hombre de mente preclara. 

¿Lo más salvable del fin de semana? Una vez más, Isabel Díaz Ayuso, que al menos tiene gracia y no tiene vergüenza. Le dijo a Sánchez que “Te pondrías el chándal caribeño y lo sabes”, criticando su gobierno de dictadura de izquierdas. También tuvo palabras para Zapatero: Sánchez no tiene “ningún principio y todo el cinismo del mundo”. “Cuando (José Luis Rodríguez) Zapatero vio que iba por mal camino, le susurró al oído: chico, eres un novato”, asegurando que el expresidente del Gobierno le llevó con sus “amigos caribeños” y le enseñó “lo que tiene que hacer para no perder el poder”.

La presidenta criticó que se está ante el Gobierno “más grande e inútil de la historia”, en el que todo “va a peor” pero “no gobierna la derecha”. También habló de nuestra Yoli, y aquí mejor ver el vídeo, porque no tiene desperdicio: “Dice siempre ‘Jo chicos venga vale ya eh vale de robar, vale de robar, que esto está muy feo’ y a continuación se va con el coche oficial al casoplón... venga me enfado".