El 'caso Mediador’ (también conocido por la prensa como el caso del ‘Tito Berni’) es una trama de corrupción en España que fue descubierta el 14 de febrero de 2023, tras una serie de detenciones llevadas a cabo en varias provincias, incluyendo Canarias. La trama consistía en ofrecer a empresarios ventajas en la contratación pública a cambio de sobornos, y también extorsionarlos a cambio de favores en inspecciones y ayudas europeas. Además, se descubrieron fiestas relacionadas con la trama que incluían prostitución, alcohol y drogas. Los empresarios que deseaban acceder a los privilegios debían pagar un "peaje económico" de 5.000 euros, recoge Wikipedia

El grupo que lideraba la trama estaba compuesto por cuatro personas: Juan Bernardo Fuentes Curbelo, exdiputado socialista (conocido como "Tito Berni"), su sobrino Taishet Fuentes, el general retirado de la Guardia Civil Francisco Javier Espinosa Navas y Marco Antonio Navarro Tacoronte (alias "el Mediador").

Tras la revelación del caso, el exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes renunció a su escaño y afirmó que es inocente de todos los cargos, negando ser parte de la trama y considerándose víctima del caso. Cinco diputados del PSOE (Indalecio Gutiérrez Salinas, Uxía Tizón Vázquez, Manuel Arribas Maroto, Guillermo Meijón y Ana Prieto Nieto) han admitido haber asistido a cenas organizadas por la trama en el restaurante Ramsés de Madrid, pero han negado cualquier implicación con la misma y han anunciado su intención de tomar medidas legales contra cualquier medio que los relacione con ella, añade Wikipedia. 

La investigación del caso Mediador ha descubierto una red de corrupción en España que involucra a la Guardia Civil. El general Francisco Espinosa, actualmente encarcelado por su presunta implicación en el caso Mediador, también está relacionado con el caso Cuarteles, una investigación sobre irregularidades en obras de reforma y reparación de edificios de la Guardia Civil. 

En ese contexto, la Asociación pro Guardia Civil (APROGC) denuncia en un comunicado que algunas filtraciones de estos casos "actúan como carga hueca en la imagen de nuestra querida Institución" y que algunas causas que están siendo instruidas "van apareciendo, parcial y torticeramente, en los medios de comunicación" provocando "una sangría mediática" contra la Guardia Civil. 

Por ello, reclaman que desde la la Dirección General de la Guardia Civil "se vele y preserve el buen nombre" de la Benemérita.

Este es el comunicado completo

Ante la falta de posicionamiento oficial de nuestra Dirección General, ya que el único mensaje que se traslada la ciudadanía desde el Ministerio del Interior es en forma de ceses de guardias civiles, desde APROGC reclamamos, sin cortapisas, que se vele y preserve el buen nombre de la Guardia Civil.

No nos toca a nosotros defender ni juzgar a ningún compañero, máxime cuando, en teoría, eso se está haciendo en el contexto de un procedimiento judicial. No nos toca a nosotros, defender ni juzgar en base a publicaciones (objetivas o no) en los medios de comunicación. Pero como asociación, sí nos toca defender la honorabilidad de la Guardia Civil y de los guardias civiles: somos APROGC.

Defendemos y elogiamos a nuestros compañeros del Servicio de Asuntos Internos. Recordamos que todo lo que se está sabiendo de lo que, presuntamente, ha ocurrido dentro de la Guardia Civil, lo están investigando profusamente guardias civiles. Hemos sido testigos de que ocurre lo contrario con partidos políticos y otros actores sociales, cuyos esfuerzos, desde el principio del escándalo, ha consistido en evitar desde todos que la crisis les arrastre, sin más escrúpulos. Y ahí tenemos que reconocer que son maestros. Son conocedores de que, un escándalo tapa a otro escándalo. Y saben que, a la Guardia Civil no se le tapa, se le atrapa.

Quizás por eso, porque a la Guardia Civil se le atrapa, ningún juez que está instruyendo las causas, que igual no ven cómo van apareciendo, parcial y torticeramente, en los medios de comunicación, no actúe ante la flagrancia del delito de revelación de secretos. Porque de esa manera, quizás, cesa la sangría mediática que estamos sufriendo.

Y así nos vemos, ojipláticos cada mañana ante portadas y titulares. Víctimas, como guardias civiles de un goteo de filtraciones que actúan como carga hueca en la imagen de nuestra querida Institución. Pero, a su vez, nos vemos orgullosos de ser guardias civiles, atrapados, pero conscientes de cómo nos la están colando:

Ceses, tricornios y cuarteles, han tapado, cocaína prostitutas y diputados.

Mientras, el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, aseguraba en rueda de prensa: "Cada vez es más evidente que lo que algunos azuzaron como el 'Caso Mediador' para atacar al PSOE se ha convertido más en el 'Caso Cuarteles' (...). Y, como queremos saber la verdad en ambos casos, creemos que es mucho más ágil y mucho más eficaz que poner en marcha una comisión de investigación, utilizar los instrumentos que ya tenemos. Es decir: la comisión de Interior y la comisión de Calidad Democrática. Que comparezcan en ellas, de manera inmediata además, tanto el ministro de Interior, como la directora de la Guardia Civil y, como todos aquellos que tengan algo que aportar a la verdad de estos casos, que nos vengan a informar de la realidad de lo sucedido".