
En el caso Koldo, el Tribunal Supremo investiga la supuesta trama de comisiones en contratos públicos de mascarillas en plena pandemia, en 2020. En este caso están siendo investigados el exministro de Transportes y exnúmero dos del PSOE, José Luis Ábalos; su exasesor Koldo García; y el empresario y comisionista Víctor de Aldama.
En concreto, a Ábalos el Supremo le investiga por presunto tráfico de influencias, cohecho, malversación y organización criminal.
El pasado febrero declaró en el Tribunal Supremo, en calidad de testigo, una mujer de nombre Jessica Rodríguez, con la que, según la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, José Luis Ábalos mantenía una "relación particular": según algunas informaciones era su novia o su amante.
Jessica reconoció en esa declaración que estaba contratada en dos empresas dependientes del Ministerio de Transportes, Ineco y Tragsatec, de las que cobraba un sueldo, pero que no iba a trabajar. En ambas empresas se la fichó como “la sobrina de Ábalos”.
En la comisión de investigación del Senado que aborda el caso Koldo, el pasado 23 de mayo, declaró Virginia Barbancho Domínguez, exresponsable técnico de la empresa Tragsatec, que estaba encargada de supervisar el trabajo de Jessica Rodríguez, en el año 2021.
Barbancho explicó entonces que le mandaron hacer la «vista gorda» en el comportamiento de Jessica, y que le ordenaron "callar" tras detectar "irregularidades" sobre la examante de Ábalos, como por ejemplo que tuvo la "certeza" de que la joven no fichaba. «Tenía elementos que no me gustaban nada». «Lo que pasa es que me mandaron callar».
Barbancho también indicó que su jefe, Ignacio Zaldívar (subdirector de Adif), le pasó el currículum de Jessica Rodríguez, a quien se refirió como «sobrina del ministro Ábalos», aunque ha especificado que ella no tuvo nada que ver con su contratación
"En cuanto al seguimiento de Jessica Rodríguez, que sí que era mi obligación, cumplí con mi obligación. Y cuando veo que en otros sitios no lo hicieron, pues yo al menos tengo ciento orgullo de decir que yo sí lo hice. Yo apreté, apreté hasta el punto que lo que pasó fue que me riñeron, hasta ese punto", señaló.
"Empiezo a tener un problema con una trabajadora, empiezo a ver que la trabajadora no ficha, empiezo a ver que se me escaquea y que no tengo control sobre ella y se lo digo a mi gerente y no hace nada. Para colmo, el cliente lo que hace es decirme que la deje en paz y se me sigue diciendo que mire para otro lado y que haga la vista gorda", explicó.
Barbancho también indicó que su jefe, Ignacio Zaldívar (subdirector de Adif), le pasó el currículum de Jessica Rodríguez, a quien se refirió como «sobrina del ministro Ábalos», aunque ha especificado que ella no tuvo nada que ver con su contratación. Zaldívar también fue quien le pidió que hiciera "la vista gorda" sobre las ausencias de Jessica, aunque la orden provenía de Isabel Pardo de Vera, presidenta de Adif en aquel momento.
Este jueves, Virginia Barbancho ha declarado ante el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, que instruye el caso Koldo y, al igual que en el Senado, ha contado que sus jefes de Adif le dijeron que, por orden de la Presidencia de la compañía de infraestructuras ferroviarias (puesto que en aquel momento tenía Isabel Pardo de Vera, quien ya acumula varios delitos), debía hacer "la vista gorda" con la contratación y las irregularidades que percibió en el comportamiento (no registraba su asistencia ni completaba sus horarios de trabajo) de la "la sobrina de Ábalos" y que la dejara "tranquila" y la dejara "de acosar".











