En Hispanidad hablamos del mal francés: Macron sacraliza el aborto y lo convierte en derecho constitucional. Emmanuel 'lolito' Macron, con el apoyo de practicamente todos los políticos franceses, ha incluido el falso derecho al aborto en la consitución francesa.

Ante 'tal avance de progreso', las reacciones políticas han sido todas positivas, felicitando a Francia por seguir a la vanguardia y ser pionero. Pero vuelve a salir la voz discordante del PP progre, Isabel Díaz Ayuso, y asegura que no lo considera un avance, que hay que defender la vida.

Pero ya está ahí Yoli, que tiene que ser la novia en la boda, el niño en el bautizo y el muerto en el entierro para contestar a Ayuso. 

Dejemos de lado por un momento lo absurdo de que Ayuso quiere obligar a las mujeres a ser madre, que Yolanda crea que el aborto es cosa de ricos, cuando muchas mujeres abortan porque no tienen recursos para salir adelante o la incoherencia de que la ministra trabajadora abandere la defensa de la libertad que "tiene que ver con la vida de la gente", y defienda matar niños. 

Porque Yoli dice una cosa más que merece nuestra atención, a su juicio, Ayuso defiende la libertad porque "entiende que poder vender un riñón cuando eres pobre para poder vivir es ser libre", ¿comprenden? Porque nosotros no, y quizás la señora vicepresidenta no sabe que la venta de órganos en España no está permitida, y que la presidenta de la Comunidad de Madrid nunca ha defendido su legalidad.