Santiago Abascal anuncia la convocatoria de un Comité Ejecutivo Nacional del partido. No lo dice así claro, porque eso supondría reconocer sus propios errores, que le han llevado a un descenso radical en las encuestas de voto, pero la intención está claro. No se trata de oponerse a Vox sino de recuperar la iniciativa políticia perdida con un líder que parecía de vacaciones... las vacaciones que no se toma jamás el amigo Sánchez.

Ahora bien, Vox debe refundarse para volver al cristianismo, no al falangismo, ni tan siquiera al falangismo de católicos bien intencionados que son los que ahora mismo mandan en Vox, un partido con un líder sincero, sí, pero vaguete. Si tanto ama a España que trabaje más. y, sobre todo, un líder que se conforma con ser un partido bisagra y que ni se plantea formar Gobierno. Le falta la sana ambición de Giorgia Meloni, que sí quiere cambiar Italia, mientras Abascal no se sabe si quiere cambiar España o se conforma con ser el Pepito Grillo del PP. Como si al PP de Feijóo le quedará algo de sustrato cristiano, como si no fuera y desde hace tiempo un partido pagano.

Sí, Abascal hace bien en enfrentarse directamente al melifluo y abortero PP de Feijóo, pero debe ofrecer una alternativa a la degenerada derecha española

En definitiva, esperemos que la refundación de VOX camine hacia el cristianismo y no hacia el falangismo de algunos católicos  escocidos por el huracán socio-comunista de Sánchez sino por el huracán cristófobo y profanador de don Pedro, que constituye la columna vertebral del Sanchismo.

Y tampoco le vendría mal a don Santiago aportar un programa económico, que bien podría ser el del distributismo liberal. He dicho liberal, no capitalista. Es decir, defensor, no de la empresa privada y de los mercados privados, sino de la pequeña propiedad privada. Todo el programa económico del Gobierno -si es que tiene alguno- resulta un atentado continuo contra las clases medias, es decir, contra las familias y su derecho a la propiedad.

Ahí tien Vox un campo en el que actuar para presentarse como una alternativa real al PP y al PSOE. Es decir, enarbolar la bandera del distributismo liberal, el del pequeño propietario, el de la clases medias y enfrentarse al socialismo de subvención pública propio del socio-sumarismo (el comunismo de los vagos) y al otro socialismo de derechas, el defensor de la gran empresa y los grandes mercados, propio del PP.

Lo del muñeco-Sánchez, ahorcado y apaleado, desvirtúa de nuevo la naturaleza de Vox: cercar -acosar- Ferraz con el rezo del Santo Rosario hace mucho más daño al Sanchismo que apalear muñecos

Eso sí: Abascal hace bien en enfrentarse directamente al melifluo y abortero PP de Feijóo, pero, insisto, debe ofrecer una alternativa a la degenerada derecha española, que ha adoptado la ideología de género y la economía de los impuestos altos y la asfixiante presencia del sector público en la vida de las personas y las familias. Económicamente, tanto PSOE como PP son capitalismo de Estado.

Así que lo del muñeco-Sánchez, ahorcado y apaleado, desvirtúa de nuevo la naturaleza de Vox: cercar -acosar- con el rezo del Santo Rosario la sede socialistas de Ferraz para cerrar el año 2023 hubiera hecho mucho más daño al Sanchismo que apalear muñecos. Eso sólo sirve para provocar una nueva exageración victimista de la izquierda, del tipo de las que el cobardón socialismo vigente sabe aprovechar con nadie.