Consejo de Ministros del martes 4 de abril. El modelo está degenerando y empiezan a aparecer los primeros síntomas de putrefacción. Por seis veces, en una rueda de prensa con seis preguntantes, la ministra portavoz, doña Isabel Rodríguez, evadió la cuestión -lo único que los periodistas querían saber- sobre el enfrentamiento entre Sumar y Podemos, los dos socios, no uno, del PSOE en el gobierno de coalición. 

Aquello de en esta mesa vengo a dar cuentas de la acción de Gobierno no empezó con Isabel Rodríguez sino con Teresa Fernández de la Vega, la vicepresidenta y portavoz de Rodríguez Zapatero. El espectáculo era incomparable:

-Ya saben ustedes que desde esta mesa no me gusta hablar de política partidaria 

Entonces era cuando unos cuarenta periodistas, bastante cabroncetes, exhalaban:

-Pero...

-El Partido Popular es impresentable y además...  

Pues lo mismo. Rodríguez no habla de política, pero...

Tedo es falso en este Gobierno. Dinero para la SEPE, suelo para vivienda en alquiler. ¿Y por qué no construir más vivienda publica, sea para propiedad o para alquiler? 

En esta recta final de legislatura no pasaría nada porque Pedro Sánchez no convocara consejo todos los martes, más que nada para que Yolandísima e Ione no acaben a golpes sobre tan egregia mesa pero también porque durante el último año los consejos de ministros que aprueban algo importante se cuentan con los dedos de una mano.

Por ejemplo, hoy 4 de abril segunda lectura de la ley de Derecho a la Defensa, un conjunto de obviedades en los que se llevan el BOE, con cosas teles como el derecho a la tutela judicial efectiva, a un juez independiente, a un abogado en condiciones... ¿es que no exigen o no se aplican ya dichos derechos? Por supuesto que sí. Naturalmente, como todo lo que aprueba este Ejecutivo, se trata una ley pionera en Europa y hasta en el mundo mundial, histórica. 

Más que medidas de Gobierno, el Consejo de Ministros se dedica a repartir subvenciones. Ejemplo, como Sánchez tiene que pasar a la historia como el príncipe del Hidrógeno, la energía de moda que nos va a salir más cara que la fotovoltaica, que ya es decir, ha decidido regalarle a la familia india Mittal, una de la más ricas del mundo, 450 millones de euros para instalar hidrógeno en la factoría de Arcelor en Asturias, esa de donde los Mittal despiden cada temporada a decenas de trabajadores. 

Isabel Rodríguez no habla de partidos pero hace propaganda del PSOE. ¿Es necesario celebrar consejo de Ministros todas las semanas?

Sector siderúrgico. Proceso de transformación para hacerlas más sostenibles: 450 millones de euros para Arcelor. Es decir, mientras Mittal despide trabajadores el Gobierno les concede subvenciones como nuestro dinero, como ya hemos explicado en Hispanidad.

Para ayudar, aparece en escena Raquel Sánchez, la titular de Transportes y vivienda. anuncia más dinero para SEPE, la empresa de suelo público, para que ceda eso, suelo, para la construcción de viviendas destinadas al alquiler. ¡Qué manía con vivienda en alquiler cuando a lo que siempre aspira el español es a una vivienda en propiedad! ¿Por qué no construyen más viviendas de precio oficial o precio reducido, para propiedad, para alquiler o para lo que sea? ¿Y por qué no dejan de poner pegas a quien quiere construir cuando lo que vivimos en la vivienda es una crisis de oferta que no de demanda? 

Isabel Rodríguez es la imagen viva de un Gobierno envejecido que, cual jabalí herido, arremete contra todo lo que le hace frente. Lo que no esperaba es que se arremetieran mutuamente los que tiene justo detrás. Por eso, cuando un periodista le pregunta a Rodríguez por Yolanda y Ione, ella responde que Feijóo es un impresentable.