No, no me gusta el casi saludo nazi de Eduardo Verástegui y mucho menos el de Steve Bannon o el de Elon Musk.

Conste que le entiendo: cuando el PSOE de Pedro Sánchez levanta el puño nadie se escandaliza, a pesar de que entre los totalitarismos del siglo XX el comunismo fue el más sangriento y homicida, mucho peor que el nazismo y muchísimo peor que el fascismo. 

Es más, en España el PSOE presume de socialista-demócrata lo cual, no nos engañemos, aunque llevamos años engañándonos, es una contradicción 'in terminis'.

Y no me extrañe que los tres participantes en la convención republicana, lo hayan hecho adrede. Todos estamos hartos de los tabúes conceptuales pro-socialistas, imperantes durante 80 años, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y a pesar de la caída del Muro de Berlín. Una caída, habrá que recordarlo, conseguida por San Juan Pablo II sin disparar un solo tiro.

El comunismo ha provocado más asesinatos y durante mucho más tiempo que el nazismo, pero el que tumbó el leninismo no fueron los panzer de Hitler sino la oración y la palabra de San Juan Pablo II

El comunismo tiene la misma raíz marxista que la actual izquierda europea. Encima, ese marxismo estalinista, autor de más de 100 millones de asesinatos, ha durado siete décadas mientras el nazismo -menos mal- duró dos lustros más contados pero tiene peor prensa que el socialismo, en la propia civilización cristiana occidental. 

Ahora bien, denunciar el cinismo de los marxista no se consigue oponiendo justo el otro extremo. De la mente del provocado Steve Bannon, no espero nada, del corazón de jabalí herido de Elon Musk, demasiado cercano al trashumanismo para mi gusto, tampoco, pero de Eduardo Verástegui espero que no coquetee, ni tan siquiera superficialmente, con una doctrina tan aberrante como el nazismo 

Además, no lo necesita, en absoluto. Para enfrentarse al estalinismo homicida, o al socialismo llamado democrático, que tiene la misma raíz y se muestra igualmente homicida alrededor del aborto, incluso para enfrentarse a la nueva derecha europea, la del PP, asimismo abortera y, por tanto homicida, Verástegui sólo necesita del Cristianismo, que ha condenado a comunismo, nazismo y fascismo.

Comprendo que el cinismo socialista ofende, y más a un Eduardo Verástegui, al que el progre-marxismo mexicano impidió con malas artes que se presentara a las elecciones presidenciales, y que pretenda provocar con un gesto casi burlesco... pero coquetear con el nazismo, aunque sea de forma mínima, no resulta ni justo ni necesario.