A Yamandú Orsi le consideran el heredero de José Mújica, un leninista tradicional que llegó a presidente de Uruguay. Sí pero no, porque Mújica cumplirá 90 años en mayo y pertenece a la generación del marxismo guerrillero, mientras Yamandú Orsi, por contra, procede del marxismo sí, pero es un progre, es decir perteneciente al neocomunismo, que ha cambiado la dictadura del proletariado por la ideología de genero y cuya bandera principal es el aborto

Además, las bio-ideologías -homosexualismo, transexualidad, y mas cristofobia que cristianofobia- don de anteayer, y el marxismo de la justicia social, más bien injusticia, vienen de siglos atrás y consistió en la primera formulación atea de la historia, que buscaba la dictadura del proletariado no el transexuallismo.

Llámenle neocomunismo o llámenle Nuevo Orden Mundial (NOM), la moderna masonería. Recuerden que Uruguay aún más que México, pertenece a los Hijos de la Viuda. En México la masonería cristófoba ha sido la espina dorsal del régimen; en Uruguay las logias son los que han creado el régimen.

Vamos, que Mújica era un rojo y Orsi es un progre. Personalmente siempre he preferido a los primeros. 

Eso sí, Orsi mantiene, como todo el mundo hispano, un respeto formal hacia la Iglesia, que no tenemos en España. Quizás porque en España la fe cristiana anda bajo mínimos aún pero que en Hispanoamérica: todavía la madre patria no ha conseguido pervertirles lo suficiente. 

Quizás también porque buena parte de la jerarquía española se ha acostumbrado al materialismo práctico o lo que es lo mismo, a la Iglesia como símbolo de una bondad sin apellido. 

Hablo de una muestra más de eso que denunciaba Benedicto XVI y contra lo que advertía: que el cristianismo no es un qué, sino un quién. Pues bien, para la jerarquía católica española parece que Hispanoamérica no constituyó la gran obra evangelizadora de España en América sino la instauración de un cierto modo de vida civilizada, el de los cristianos, aprovechando una formidable conquista militar. En boca de la jerarquía episcopal española, tal parece que la Iglesia no evangelizó América y que si casi la mitad de los católicos del mundo hablan lengua castellana es por pura casualidad. 

En cualquier caso, Orsi y su izquierdista Frente Amplio ya enseñado la patita con el aborto a través de la ministra de Salud Cristina Lustemberg y la iglesia uruguaya, en concreto el obispo de Montevideo, cardenal Daniel Sturla, ha tenido que recordarle que su predecesor, Tabaré Vázquez sí defendía al débil y al indefenso de todos los seres humanos: el concebido aunque aún no nacido.

Un detalle, a la toma de posesión acudió, con su mejor sonrisa eléctrica, la vicepresidente del gobierno, Yolanda Diaz, que se apunta a un bombardeo, al mismo ritmo que su índice de popularidad desciende, y el Rey de España, al que colocaron en el cajón de invitados como uno más, al lado de Lula, ese progre-enloquecido que al frente de los BRIC (o al menos eso cree él) se ha convertido en uno de los principales enemigos de Occidente, el caballo de Troya del panteísmo oriental (China e India) en la civilización cristiano-occidental. 

El Rey de Hispanoamérica tuvo uno de sus pocos destellos de valentía cuando, con motivo de la toma de posesión de otro de los majaderos iberoamericanos, el colombiano Gustavo Petro, se negó a levantarse cuando pasó la reliquia de Bolívar, la espada- reliquia de aquel miserable asesino de españoles. 

En todo caso, que sepan que, con Yamandú Orsi, ya tenemos otro progre al frente de un país iberoamericano. ¡Pobre Hispania!