Cómo no, tenían que ser los polacos quienes pusieran en marcha la iniciativa Rosario de Hombres. Los datos los ofrece Religión en Libertad y el espíritu es éste: el santo Rosario no es cosa de mujeres, al menos no sólo. También es cosa de varones que honran a su Madre, con un serie de piropos.

Por lo demás, el Santo Rosario constituye una de las armas más poderosas para cambiar el mundo… para bien. Si la oración es omnipotente, el Santo Rosario es, además, incisivo.

Ahora llega a Madrid.