Dedicado a Sánchez e Iglesias, por igual
 
Después de las sombras y el cielo cubierto,
sale el sol que vuelve a iluminar la tierra.
Si la angustia invade el corazón,
de malos presagios y oscuros pensamientos;
a ese corazón y alma acongojados,
vuelve la luz, a iluminar de igual manera.
 
Quien el poder ostenta de forma rastrera,
y en su mediocridad trampea y de él abusa,
acaba cayendo en la tiranía y sus sombras,
y aunque parezca que muy alto sube,
más dura será la caída, cuanto más alto suba.
 
Y así, suceder suele siempre en la vida,
que no cae por barbaridades cometidas;
sino en su soberbia por la más tonta pifia,
al utilizar para eliminar al enemigo,
el mismo medio que le llevó a él, a la tiranía.