Se han llenado la boca
de decirse progresistas,
los que en esencia son,
socialistas y comunistas.
Arruinaron la nación,
no una vez, sino dos.
Y ahora en la tercera,
nos quieren mandar,
a la oscura caverna,
a no comer ternera,
a vestir hojas de parra,
a la luz de las antorchas,
a la oscura desmemoria,
a decidir cuando nacemos,
y cuando morir debemos.
Volver a dioses antiguos,
al sol, que nos calienta,
a la luna, la noctiluca;
y como entonces, sacrificar
a hombres y mujeres,
para que no cambie el clima,
con esta nueva tiranía,
que ellos llaman progresista.