Tras varias negociaciones, España cerró el año pasado un acuerdo, junto con otros tres países, con la Casa Blanca de Joe Biden, para ayudar al país estadounidense a aliviar la presión migratoria. Se ha podido saber que, de momento, España ha aceptado acoger a 281 inmigrantes nicaragüenses y venezolanos .

Y esto es bello e instructivo porque, primero, Canarias, Ceuta y Melilla viven una situación insostenible en sus territorios a causa de la inmigración, y como no tenemos suficiente, toma dos tazas. Ahora mismo la presión está puesta sobre Canarias, en concreto sobre la isla del Hierro, en la que a diario llegan cayucos cargados. Para atajar el problema, Moncloa envió a la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, que garantiza, no que vayan a solucionar esta situación, sino una norma legal para impulsar la distribución obligatoria de los menores migrantes entre todas las comunidades autónomas. ¡Toma ya!

Para entendernos, el Gobierno promete que obligará a todas las comunidades autónomas a 'comerse el marrón' que no son capaces de solucionar ellos... eso sí, de manera solidaria entre todos los territorios. 

Y cuando tenemos a Canarias asfixiada, nos permitimos el lujo de ayudar al bueno de Joe. El que por cierto, como ha explicado Ignacio Aguirre en Hispanidad, no tiene ningún tipo de política migratoria. Y es que con Biden en la Casa Blanca, la situación fronteriza ha ido a peor, y ahí está el solidario y lameculos de Sánchez para echarle una mano a su progre amigo Biden, el cual segurísimo que haría lo mismo por España. 

Asimismo, como hemos comentado la izquierda tiene una doble vara de medir para todo, en la inmigración también. Biden bramó contra el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, por enviar a los inmigrantes ilegales a estados progresistas. DeSantis cargó dos aviones llenos de inmigrantes que salieron dirección Martha's Vineyard. Martha's Vineyard es el lugar de veraneo por excelencia de la élite progresista norteamericana.

También tuvo tiempo de arrepeter contra el gobernador de Texas, el también republicano, Greg Abbott, por acciones similares, enviando a miles de inmigrantes ilegales a Washington, DC, a la ciudad de Nueva York y Chicago. A lo que hay que sumar que la Administración Biden ha demandado al estado de Texas por la ley migratoria que se aprobó hace unas semanas, por la cual se permite la detención y expulsión de inmigrantes que entren en el estado de forma irregular.

Es decir, Biden puede coger a los inmigrantes que quiera y enviarlos a España, pero otros estados hacen lo propio enviando a los inmigrantes a las denominadas “ciudades santuario”, y no puede permitirse. 

Sobre la mesa, una cuestión, qué pasa con esos inmigrantes que ahora acoge España, ¿se les va a ayudar o simplemente se les dejará a su suerte por las calles de las ciudaddes españolas? Recuerden que cuando la guerra en Ucrania estalló, el Gobierno aseguraba que éramos los más solidarios y que no acogíamos a más ucranianos porque "no se trata de traer personas, se trata de darles una vida en España en un tiempo récord". 

Y ojo, no olvidemos que Pedro Sánchez ha convertido el derecho al asilo en un coladero para la inmigración ilegal.