Es sencillo, no tienen más que repasar el vídeo del sábado por la mañana: la entrega de los tres rehenes israelíes en pleno numerito televisado de Hamas: ante los canales de TV, sirviéndose de sus rehenes y de las cámaras de TV, así como de la Cruz Roja, para atar las manos de los valientes soldados israelíes que dan la cara ante el enemigo, ocultas las caras de los sicarios de Hamas con pasamontañas de terroristas, de lo que son... entregando a 3 de sus torturados -les quedan setenta- a los que han maltratado, vejado, humillado,  torturado -si eran mujeres, violadas- o simplemente asesinados, a cambio de más del triple de prisioneros palestinos encarcelados en penales israelíes. 

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¿Y a estos malnacidos es a los que tenemos que aplaudir mientras acusamos a los judíos de genocidas? ¿En serio?

Dos notas. Cuidado con el síndrome de Estocolmo que crece. Bueno, crece poco, y es comprensible que se centre en los familiares de los secuestrados por Hamas. Pero no deja de ser peligroso que la ira se vuelva contra Benjamin Netanyahu -ya les he comentado que es un personaje que no me gusta, pero esa es otra historia- en lugar de contra los secuestradores de los suyos… por miedo a que el secuestrador les mate. Síndrome de Estocolmo en estado puro. 

Cuidado, también, con el fenómeno Septiembre Negro, que puede volver a repetirse en Jordania. Con mucha razón, los jordanos solo admiten niños enfermos palestinos de Gaza. También podían admitir a sus mujeres, pero no están dispuestos a permitir que entren terroristas de Hamas en su territorio. 

O si no, de aquí a poco, se verán obligados a expulsarles, como en ese septiembre negro, de su territorio, a sangre y fuego. 

Egipto es mucho más práctico: ha dicho que allí no entra ni un solo partidario de Hamas. Pero, ¿no eran nuestros hermanos en la fe musulmana? ¿Por qué no los queréis a vuestro lado?

Por último, lo más importante, los gazaríes siguen siendo cerca de dos millones de personas. El plan de Trump no es bueno: no se puede hacer ingeniería social con dos millones de personas. Son los gazaríes, y los palestinos de Cisjordania, quienes tienen que rebelarse contra Hamas. De otra forma, no habrá otra solución que la actual: la guerra, que conlleva muerte.