Observen el twit en el que habla este pobre hombre, con un acertado comentario añadido por el twitero. Lo digo yo, que soy periodista y amo mi profesión y lo digo precisamente porque la amo. 

Su mujer ha asesinado a la hija de ambos, seis años de edad, pero aquí no hay violencia vicaria, claro, porque la violencia femenina no existe y, por tanto, hay que buscar otra explicación. 

Observen el empeño de la periodista en defender a la verdugo según el sofisma habitual: si una mujer se porta como una miserable no es porque sea miserable sino porque está enferma... y probablemente la culpa de su enfermedad la tenga el varón, de suyo maltratador. Por ejemplo, este varón, el más próximo a ella, el padre de la niña. 

Con el feminismo actual está reproduciendo aquel dicho machista, que yo escuché de un hombre mayor cuando un esposo asesinó a su mujer quemándola con gasolina: "Imagínate lo que le habrá hecho esa mujer a ese pobre hombre para ponerlo así”. Es el pensamiento Irene, Irene Montero, naturalmente.

Además, de inmediato ha surgido otro caso de violencia machista en Elche, al que, para contrarrestar, se le ha prestado 'otro' tipo de atención, unidireccional.

Conclusión: mujer siempre buena, varón siempre malo. El crimen feminista no existe, el machista, de continuo. Y si una mujer mata a su propia hija es porque sufre enajenación mental transitoria… o porque tiene todo el derecho a hacerlo, como en el caso del aborto.